El congreso de Cosatu, la mayor federación de sindicatos de Sudáfrica y principal alianza del Gobierno del Congreso Nacional Africano (ANC), eligió el pasado martes a Zingiswa Losi como presidenta. Finalmente, Losi no tuvo contrincante y pudo presentar también sin oposición a su equipo de dirección. Sucede en el cargo a Sdumo Dlamini, que había cumplido dos mandatos y más de diez años al frente de este sindicato de sindicatos.

Losi se pone, por lo tanto, al frente de esta confederación que agrupa a 33 uniones obreras, con más de 2,2 millones de afiliados. En su primer discurso se mostró «confiada y convencida» de que serán capaces de afrontar los desafíos que vienen, tanto socioeconómicos como políticos e internacionales

Según recogió la web Prensa Latina, otro aspecto abordado en sus planes es el de enfrentar huelgas y protestas sin dirección por considerar que a la larga esas manifestaciones, principalmente en el sector minero, pueden facilitar que los empleadores las aprovechen en contra de los trabajadores.

También se ha fijado lograr nuevos integrantes, en particular jóvenes, mujeres, obreros vulnerables y trabajadores migrantes, y anunció su propósito de contactar al Departamento de Trabajo para asegurar recursos adecuados que permitan desarrollar las leyes destinadas a proteger a los más vulnerables.

Desde edad temprana

El consenso en torno a la nueva presidenta, nacida en Port Elizabeth hace 42 años, dejó una llamativa imagen en el acto de clausura del XIII Congreso Nacional: fue llevada a hombros por los afiliados entre cánticos y danzas hasta el escenario para que pronunciara su discurso de investidura.

Miembro de una familia de combatientes contra el apartheid, cuyos hermanos tuvieron que exiliarse, Losi formó parte del Ejercito sudafricano tras la caída del régimen segregacionista. «Me volví consciente políticamente a la edad de 10 años, cuando mis dos hermanos se vieron forzados al exilio. Supe entonces que los iba a seguir [políticamente] cuando creciera», reconoce en la presentación que el sindicato hace de ella.

Al abandonar el Ejército, entró a trabajar en la planta que la casa Ford tiene en Port-Elizabeth, desde donde ha ido forjándose una trayectoria militante dentro de diferentes sindicatos de la federación.

Políticamente, participó en las últimas primarias para la dirección nacional del ANC, dentro de la plancha del presidente Cyril Ramaphosa, pero perdió frente a la reputada militante contra el apartheid Jesse Duarte.

El rol de las mujeres negras

El lunes, el propio Ramaphosa, ataviado con la chaqueta de cuero roja del sindicato, realizó el discurso principal del congreso y aseguró que su Gobierno no recortará 30.000 empleos públicos, tal y como se había especulado. Posteriormente, felicitó a Losi por haber logrado salir elegida y resaltó el hecho de que lo hiciese sin oposición, algo que refuerza la idea de unidad que se intenta trasladar tras la época de división generada en torno al expresidente Jacob Zuma. Cabe recordar que el propio Ramaphosa proviene de la lucha sindical y que, pese a haber «saltado de trinchera» al mundo empresarial, por así decirlo, sigue concitando un gran respeto dentro de Cosatu.

Su elección como cabeza de Cosatu, donde hasta ahora desempeñaba el cargo de vicepresidenta, «confirma el rol de las mujeres y, en particular, el de las mujeres negras, tanto como militantes políticas como reformadoras sociales», expresó el mismo Ramaphosa.

La situación socioeconómica general es realmente complicada en estos momentos en Sudáfrica, lo cual afectará a la lucha sindical y a los equilibrios entre Cosatu y el Gobierno.

Setiembre arrancó con la noticia de que, en términos macroeconómicos, Sudáfrica había entrado en recesión. La moneda, el rand, se desplomó. Englobada en los denominados países emergentes, no es un fenómeno que afecte solo a esta potencia regional, puesto que países como Brasil, Argentina o Turquía están en una situación similar.

En la economía a menor escala, un desempleo despiadado y una inflación que está llevando los precios a cotas inasumibles para una gran parte de la población llevan tiempo machacando a los sectores más desfavorecidos de la población.

En este contexto, la elección de Losi al frente del sindicato supone un espaldarazo para el proyecto de reconstrucción que está liderando Ramaphosa, pero no despeja las incertidumbres que lo acosan. Y el año que viene, elecciones generales.