Valeria Sarmiento presentó ayer en la Sección Oficial a concurso su último trabajo: “Le cahier noir/The Black Book”, un melodrama de época con tintes de folletín que no es rosa y no termina de desvelar el contenido de ese cuaderno negro.

El guionista Carlos Saboga ha adaptado el clásico del escritor portugués Camilo Castelo Branco para contar las aventuras y desventuras de una criada italiana y el niño al que cuida. Ambos son de origen incierto: la joven es hija de madre soltera y el chaval huérfano, aunque adoptado por nobles. Les une una relación de cariño que con el tiempo se convertirá en amor sin que su separación consiga apagarse ni en Roma ni en París, ni por culpa de Bonaparte o la Revolución Francesa.

Se trata de una coproducción franco-portuguesa, rodada en francés y en palacios de la ciudad lusa de Sintra que han facilitado la ambientación del siglo XVIII y los rodajes en interiores.

La directora chilena señaló en la rueda de prensa que ha querido contar esta historia con un halo de «irrealidad y de cuento», para lo que ha recurrido a técnicas de tecnicolor de los años cincuenta al estilo de las películas españolas de la época pero adaptadas al presente.

Sarmiento es una de las cinco directoras de una Sección Oficial en la que las otras trece películas están firmadas por hombres. Preguntada por su conocida postura feminista, se refirió únicamente a su cinta: «Creo que contar la historia de una mujer a veces es más importante que un planfleto feminista». En realidad, no es que Laure lo sea pero a la realizadora chilena le fascinó el personaje de la criada porque recordó que viene de un país donde «las nodrizas han formado parte importante de nuestras vidas».

A la actriz francesa Lou de Laâge, que interpreta a la criada-princesa Laure, lo que más le atrajo de su personaje es su respuesta ante la adversidad: «Vivimos en un momento en el que el sacrificio no tiene valor», al menos en esta parte del mundo.

«Una película actual»

Curiosamente, solo el productor Paulo Branco se declaró admirador de un cine que el calificó de «romanesco y arriesgado». Branco defendió las grandes obras de la literatura y el cine: «porque hoy en día no todo tienen que ser documentales y dramas sociales. El arte no tiene que estar siempre contemplando el presente, al contrario. Para mí esta película es tan actual como cualquier otra. Lo importante es cómo se sienta el público viendo el filme», afirmó.

Ni a la protagonista, ni al cardenal interpretado por Stanislas Merhar, ni a los dos niños que encarnan al pequeño Sebastian –Vasco Varela da Silva y Tiago Varela da Silva– les atraen los melodramas de época: «Preferimos las películas inspiradas en cómics, Lucky Lucke, Asterix....

A Sarmiento, que ha indagado desde el documental al cine negro, la Filmoteca Francesa le ha organizado una retrospectiva a sus 69 años. «Espero que no sea el final. Seguiré buscando productores para mis películas y tengo planes en Chile», dijo.