Mikel INSAUSTI
SMALLFOOT

Cómo ven a los humanos los seres mitológicos

Ya se pudo comprobar en las proyecciones del Velódromo, con motivo de la entrega del Premio Donostia al aquí actor de doblaje Danny DeVito, que “Smallfoot” es una película que gusta tanto al público infantil como al adulto por su condición de alegre comedia musical. Está haciendo buenas recaudaciones en el mercado internacional, y es que tiene que recuperar una inversión de 80 millones de dólares. De esos resultados en taquilla dependerá el futuro de Glenn Ficarra y John Requa dentro de la industria de Hollywood, donde siempre han encontrado dificultades para sus proyestos, considerados como políticamente incorrectos, más aún en el momento actual. La pareja creadora de “Phillip Morris ¡te quiero!” (2009) y “Crazy, Stupid, Love” (2011), escribe y produce este largometraje animado adaptado de un cuento de Sergio Pablos originalmente titulado “Yeti Tracks”.

El punto de partida es muy divertido y chocante, porque consiste en darle la vuelta a la perspectiva habitual sobre los seres mitológicos, para imaginar cómo ven ellos a los humanos. Según tal punto de vista para un Yeti, o eso que los norteamericanos llaman Bigfoot, un humano sería el Smallfoot del título, alguien con unos pies muy pequeños, dientes perfectos y pelo encima de la cabeza.

Pero el problema es que en la comunidad de Yetis a un joven miembro que cree en la existencia humana le toman por loco y le expulsan, con lo que el progreso individual vuelve a chocar con las tradiciones colectivas.