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DONOSTIA

Ofensiva de Sare en ayuntamientos vascos y con agentes políticos del Estado

La falta de materialización de los anuncios del presidente español, Pedro Sánchez, ha sido respondida desde Sare con contactos con instituciones y partidos del Estado, además de con una dinámica de pronunciamientos municipales en Euskal Herria que ya tiene 46 expresiones.

Joseba Azkarra y Bego Atxa, portavoces de Sare, dieron cuenta ayer de las iniciativas que tienen en marcha ante el bloqueo de la cuestión carcelaria, toda vez que «continuamos sin ver verdadera voluntad de poner fin a la política actual tras las primeras declaraciones del presidente del Gobierno español».

Ello se traduce por un lado en la búsqueda de pronunciamientos por parte de los consistorios de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa. Informaron de que hasta el momento han conseguido 46 y «de composición política muy diversa». Basta con ver la lista: Irun, Durango, Eibar, Galdakao, Beasain, Azpeitia, Burlata, Lesaka... Y la campaña continúa. Sare recuerda asimismo que cuando ha llevado sus reivindicaciones a los parlamentos de Iruñea y Gasteiz junto a Etxerat y el Foro Social ha concitado el respaldo de PNV, EH Bildu, PSE y PSN y Elkarrekin Podemos.

Junto a ello, informaron de que Sare «está desarrollando diferentes reuniones en el ámbito institucional, no solo en nuestro país sino también en el conjunto del Estado». Una que ha salido a la luz es la llevada a cabo con el president catalán, Quim Torra, pero se unen otras que se mantienen en un ámbito de discreción y las que se celebrarán en las próximas semanas con instituciones y partidos.

«Estamos hablando con ellos de derechos humanos. Y esta reivindicación es la que hace traspasar fronteras e ideologías y demostrar que esto no es algo que afecte a la sociedad vasca, sino al conjunto de instituciones y personas que antes que cualquiera otra cosa sean demócratas», dijeron Joseba Azkarraga y Bego Atxa.

Enmarcan este trabajo en «la necesidad de ampliar el compromiso de los actores políticos en el marco vasco y estatal, sin reserva alguna». Y Sare añade: «Cuando se infligen castigos, al margen de la privación de libertad que lleva acarreada la pena impuesta por los tribunales, como son la política de alejamiento, el mantenimiento en la cárcel de los presos gravemente enfermos, la no-progresión de grados o la aplicación de un régimen de excepcionalidad a estos presos y presas, no hablamos de un problema exclusivo de la sociedad vasca. No. Hablamos de un tema trascendental en las sociedades democráticas, como es la vulneración de los derechos humanos. Y esto afecta a los demócratas, sean vascos, catalanes o de cualquier parte del mundo».