GARA
GASTEIZ

La directora de Osakidetza tira la toalla y asume el cargo un asesor de Urkullu

En pleno escándalo de la OPE, ayer tarde se anunció la dimisión de María Jesús Mugica, hasta ahora directora de Osakidetza, sin explicación alguna. Le sustituye un hombre de plena confianza de Ortuzar y Urkullu, José Luis Diego, contra quien se querelló LAB por su gestión en ETB.

Una escueta nota colgada en el portal de Lakua dio cuenta ayer tarde de la dimisión «a petición propia» de la directora de Osakidetza, María Jesús Mugica. Ocurre en pleno escándalo de la OPE, todavía por esclarecer, y tres días después de que en el Parlamento de Gasteiz se anunciaran cambios en el sistema sin asumir responsabilidades por las irregularidades detectadas.

El día después, EH Bildu había incidido en la demanda de responsabilidades políticas, mientras que el PP había exigido el cese de Mugica, pero el portavoz de Lakua, Josu Erkoreka insistió en que «no vemos motivos para dimisiones», manteniendo la línea de discurso tendente a minimizar lo detectado en la OPE.

Tras conocerse la dimisión de ayer, desde EH Bildu Rebeka Ubera la atribuyó a la «insostenible» situación, pero advirtiendo de que la solución no pasa por «una cuestión de maquillaje, de una cara por otra, sino de cambiar el modelo que impera en Osakidetza».

La sustitución de Mugica también tiene su miga. Se anunció en la misma nota en que se da cuenta de la dimisión, lo que lleva a pensar que ya estaba prevista. Y el elegido es Juan Luis Diego Casals, que en febrero de 2017 fue incluido en el núcleo duro del organigrama de Iñigo Urkullu como director de coordinación de Lehendakaritza.

Antes había sido ubicado como alto cargo de la Administración muy cercano a Andoni Ortuzar, presidente del PNV, con quien trabajó codo con codo en EiTB. Así, Diego fue gerente del ente desde 1999 y 2009. Y se da la circunstancia de que LAB, uno de los sindicatos que ha llevado a los tribunales el caso de la OPE, se querelló contra él acusándole de malversación de fondos públicos, por un préstamo de 700.000 euros en que EiTB ejerció de avalista. La denuncia terminó siendo archivada.