Agustín GOIKOETXEA
BILBO

La familia Cabacas denuncia «el trato de favor» hacia los acusados

La familia de Iñigo Cabacas y todas las personas que les han arropado durante seis años y medio para que se haga justicia creen que «algunos no han jugado limpio» en el juicio. A pesar de ello, solo contemplan una sentencia condenatoria. Denuncian el «trato de favor» hacia los imputados por parte del tribunal, Fiscalía y Ejecutivo de Lakua.

Una semana después de que quedara visto para sentencia en la Audiencia de Bizkaia el juicio contra seis ertzainas acusados de homicidio imprudente profesional grave por la muerte de Iñigo Cabacas, familia, amigos y personas que han participado de la dinámica Iñigo Justizia comparecieron ayer en Bilbo para valorar lo vivido. Insistieron en que es necesario conocer la verdad, el reconocimiento y la reparación, por lo que no contemplan una sentencia que no implique una condena.

Manu Cabacas se quejó del trato de favor hacia los acusados, a los que se excusó de acudir todos los días de juicio, y del apoyo que les ha prestado el propio Ejecutivo. «Desde el primer día han estado presentes en la sala varios abogados del Departamento de Seguridad, que han mantenido una gran sintonía con los y las abogadas de la defensa. Estos abogados son pagados por nosotros y nosotras con dinero público. Nuestras abogadas las pagamos nosotros. Y a los suyos también nosotros», denunció.

No tienen ninguna duda de que la mayoría de los agentes que testificaron en el juicio han mentido «con el objetivo de proteger» a los acusados. «El colmo de la desfachatez», según el padre de Iñigo Cabacas, fue cuando una ertzaina confesó que, en la instrucción, se había reunido con mandos y abogados del Gobierno para preparar su declaración. «¿Cómo se explica esto la consejera?», interpeló.

Otra conclusión que extraen, es que se pretende dar una imagen de incompetencia «para difuminar responsabilidades». «No es creíble que unas fuerzas policiales no conozcan las consecuencias de un impacto con bala de goma, que no conozcan –insistió Eneritz Zabala– sus consecuencias mortales».

Tienen claro que los mandos de la Ertzaintza supieron «de inmediato» lo que ocurrió. Eso, en su opinión, queda en evidencia con la rápida limpieza de las escopetas y la mezcla del material antidisturbios en el bunker de la comisaría de Deustu, o la ausencia de imágenes de video de la zona. Entienden que, desde el principio, se trató de dificultar cualquier investigación.

«Prefieren dar la imagen de desastre organizativo e incompetencia, para esconder la realidad, que han obstruido la acción de la justicia», advirtió Koldo Domínguez, para quien no hay duda de que Iñaki Larrea Arrutia, el jefe de operaciones aquella noche y conocido como «Ugarteko», mandaba. «De las comunicaciones queda claro que fue él la persona que ordenó entrar con todo, que tuvo mando sobre los demás, sin embargo, esto no exime de responsabilidad a otros oficiales, que no hicieron nada por evitar que los agentes disparasen o cesasen la carga, incluso alguno de ellos dio orden de disparar», precisó.

Destacaron que ha quedado «sobradamente demostrado» que no hubo una «pelea multitudinaria» ni «lluvia de objetos» contra la Ertzaintza ni encapuchados; también la certeza de que los agentes dispararon en horizontal. Respecto a la actitud mantenida por la Policía autonómica al conocer que había una persona herida grave, de los testimonios deducen que fue «vergonzosa y humillante».