Pudo ser mucho peor. Finalmente, el Ibex acabó la sesión respirando con los 9.000 puntos, un nivel que había perdido hasta mediodía castigado por el hundimiento de los índices principales de Nueva York, donde restaban más de un 3% presionados por el miedo a la recesión. A los inversores del otro lado del Atlántico les causó pánico ver que la deuda pública a corto plazo tiene un interés mayor a la de largo plazo. Por el momento, esta situación, conocida como curva invertida por la rentabilidad de la deuda, afecta al bono de cinco años por primera vez desde 2007, pero se va acercando también a los títulos de diez años.

La preocupación tiene base, dado que este escenario, aparentemente ilógico en la evaluación del binomio riesgo y rentabilidad, ha anticipado las últimas siete recesiones en EEUU. Ayer, sin embargo, no se pudo comprobar si el miedo de Wall Street iba en aumento, dado que permaneció cerrado por el fallecimiento del expresidente George Bush padre.

El Ibex se hundió en la apertura por debajo de los 9.000 puntos, en línea con lo que sucedía en el resto de Europa. El paso del tiempo mitigó el desplome, lo que permitió volver a recuperarlos. Esta relajación, sin embargo, no tuvo respaldo de peso, puesto que la tregua entre Estados Unidos y Chinas genera todavía dudas, y el Brexit sigue enmarañado en Londres, donde Theresa May apura sus opciones para lograr una luz verde.

El Ibex saldrá con 9.012,20 puntos hoy, tras haber restado un 0,55%. Las bajadas de París (con -1,36%), Fráncfort (-1,19%) y Londres (-1,44%) fueron más notorias. Dentro del Ibex, los valores más castigados fueron Dia (con -5,40%), Mediaset (-2,07%) y Cie Automotive (-2,0,6%), al tiempo que IAG (+2,11%) se colocaba al frente de los ganadores.