La reunión preparatoria de la reunión de siete de los países más ricos del planeta (G7) se celebrará, finalmente hoy, aunque sin la presencia del presidente francés, Emmanuel Macron.

Aun sin citar expresamente la crisis suscitada por la protesta de los chalecos amarillos, el Elíseo aludió a los contactos que hoy tiene previsto mantener el presidente francés con actores políticos y económicos en París para justificar su ausencia de la cita diplomática en Biarritz.

El Elíseo ha ido dando tumbos con la reunión desde el primer momento. Aunque el desplazamiento figuraba desde semanas atrás en la agenda presidencial, hasta el viernes de la semana pasada no se dió a conocer el detalle del viaje presidencial.

Ese día, mientras la Prefectura de Pirineos Atlánticos remitía a los medios de comunicación la agenda provisional, datada la víspera en el propio palacio del Elíseo, el alcalde miarriztarra, Michel Veunac, comparecía públicamente para dar cuenta del dispositivo de seguridad previsto para las menos de seis horas que debía permanecer Emmanuel Macron en la ciudad.

En esa agenda se incluía una recepción republicana, en el Ayuntamiento, antes del mediodía, un almuerzo con electos y empresarios locales, y ya por la tarde, en el centro de congresos Bellevue, una recepción al cuerpo diplomático. En esa cita vespertina con más de un centenar de embajadores, Macron debía exponer los objetivos de la presidencia gala del G7 así como el resto de prioridades de la diplomacia francesa para 2019.

Una reunión destinada, en definitiva, a encumbrar al actual inquilino del Elíseo, pero que, a todas luces, fue planteada para un periodo de menor convulsión. Así lo reconocían fuentes del Elíseo al explicar que el presidente «se consagrará el 18 de diciembre a los asuntos internos», dejando en manos de su ministro de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, la cita preparatoria del G7 en Biarritz, donde ayer tarde se aligeraban en parte las medidas de seguridad.

Se mantienen las protestas

Con todo, las organizaciones que llamaron a denunciar la presencia de Macron optaban por mantener las convocatorias. Los chalecos amarillos anuncian protestas en los accesos a la ciudad, también los sindicatos o Bizi! y la plataforma contra la cumbre del G7 -que se celebrará en Biarritz en agosto próximo-, llama a una movilización a las 12.30 en place Clémenceau.

El joven mutilado por una granada presenta denuncia

Antoine, el joven baionarra de 26 años que quedó mutilado al coger con la mano una granada lanzada por la Policía, el pasado 8 de diciembre en Burdeos, buscará justicia en los tribunales. Así lo ha confirmado su abogado, Jean-François Blanco, a “Mediabask”. El letrado corroboró la intención de su representado de «dar batalla judicial por la prohibición de un tipo de proyectil que ha causado ya demasiadas víctimas en manifestaciones».

Tras su estancia en el hospital, el joven baionarra deberá abordar una dura y larga rehabilitación, pero tal como expresara horas después de perder su mano derecha al estallar la granada que había rodado hasta sus pies para devolverla a la Policía «quiere que se aclare qué munición se empleó para reprimir esa protesta y tiene claro que la responsabilidad de lo ocurrido debe situarse en quienes permiten que se empleen ese tipo de proyectiles». En su denuncia, Blanco reclamará a la fiscalía que aclare lo ocurrido, porque «Antoine es un joven que lanzó huevos a la Policía y le respondieron con granadas, y queremos que quede constancia de que ese comportamiento es inaceptable». GARA