La joven salvadoreña Imelda Cortez fue juzgada ayer por el delito de tentativa de homicidio agravado cometido supuesta- mente al intentar abortar.

Cortez, de 20 años, sufrió desde los 12 años de edad abusos sexuales por parte de su padrastro, quien la dejó embarazada.

La defensa alega que la joven sufrió una emergencia obstétrica durante su embarazo, que llegó a término, y actualmente la hija de la joven tiene un año y siete meses.

En caso de ser declarada culpable, Cortez puede ser condenada a 20 años de prisión.

El Salvador es uno de los pocos países del mundo en los que el aborto está prohibido en todas las circunstancias y donde las mujeres que sufren complicaciones del embarazo, que provocan abortos espontáneos o emergencias obstétricas, son a menudo acusadas de homicidio agravado.