Joseba VIVANCO
Athletic

La Copa, vista y no vista

Un tempranero gol puso cuesta arriba el partido de unos leones impotentes ante un rival que se aprovechó de los desajustes locales.

ATHLETIC 1

SEVILLA 3


Si esta eliminatoria copera enmedio de un Athletic urgido de poner los cinco sentidos en la competición liguera se antojaba una china en el camino, después de la derrota de ayer el partido de vuelta cobra tintes de purrulera estomacal en plenas fiestas navideñas. Gaizka Garitano dijo que quería refrescar el equipo y a fe que lo hizo, dando entrada de inicio, por ejemplo, a unos inéditos Iturraspe y Guruzeta, y también dijo que era un partido para cambiar el chip de la Liga y disfrutar, y lo cierto es que hubo más entretenimiento y diversion en la pachanga del miércoles en Lezama entre personal del club y periodistas, incluidas las risas, nada maliciosas, de la caída del presidente Aitor Elizegi. El hecho es que entre el fresco en la capital bilbaina, lo fría que estaba la grada y lo helados que nos dejó el 1-3 final, esta Copa se recordará como un trago amargo que, al menos, pasará rápido.

El partido, la eliminatoria, se decantó demasiado pronto. Tanto como entre el minuto 6 y 7, apenas 60 segundos en los que Unai Núñez cometió dos fallos en la misma jugada y que a punto estuvo de costar el primer gol, y al tercero, en la siguiente, precipitó la combinación que Nolito aprovechó para batir a Unai Simón. No es que ahí se acabara el duelo, pero casi.

El Athletic fue un querer y no poder, llegando hasta la poblada frontal andaluza y muriendo en el intento. Las incursiones de Capa y Balenziaga eran, y fueron, lo único potable en un ataque romo, que iba a serlo más tras la lesión de Aduriz. El Athletic, en la misma jugada, a solo cinco minutos del descanso, veía cómo el VAR le dejaba sin empate y sin delantero.

La ovación con la que San Mamés despidió al donostiarra, al tiempo que buena parte de la grada coreaba el «¿Y Llorente qué?» cuando todavía creía que el gol subía al marcador, fue uno de los momentos emotivos de un partido sin historia, “sin chicha ni limoná”, que evidenció el diferente potencial de cada equipo. Un remate entre los tres palos de los leones fue el pobre bagaje local en una primera mitad que acabó siendo tan anodina como el propio juego de los de Garitano.

Apenas un rayo de luz alumbró el inicio del segundo acto, algo a lo que el Athletic nos tiene acostumbrados, especialmente cuando el marcador no le es favorable. Muniain, que salió por Aduriz, envió fuera por poco en una media chilena y casi al minuto siguiente, San José se estrenaba con un gol de cabeza al saque de un córner. Un arreón y metidos en el partido. Volcados los bilbainos, al Sevilla le bastó con poco para volver a cobrar ventaja, en un visto y no visto, un desajuste defensivo, y Silva, a la cazuela. La alegría duraba poco en la casa del pobre, pero e que la impresión siempre fue que si el Sevilla quería, podía. Un gol que apagó definitivamente las luces a los rojiblancos, por mucho que Balenziaga empujara una y otra vez por su carril o Córdoba lo intentara de todas las maneras. Machín maniobró desde el banquillo para ampliar la ventaja y la apuesta le salió. 1-3 de Ben Yedder en otro visto y no visto, un Athletic resignado, una grada que bostezaba y una eliminatoria de la que el equipo se despedía antes siquiera de disfrutarla.

No hubo color, ni calor. Lástima que ni siquiera un mínimo de emoción. Ahora toca la Liga y ahí sí, esperemos ver otro Athletic con más colmillo que ayer.

Aduriz, contusión en la rodilla, es seria duda

Aritz Aduriz sufre una contusión en el compartimento externo de la rodilla derecha, a falta de posteriores pruebas. Seria duda, en principio, para el domingo –Beñat y Peru están enfermos–, y Gaizka Garitano que no quiso hablar de Llorente y sí de Ibai Gómez. «Ha crecido, y nos va a ayudar, nos va a dar balón parado, cosas diferentes, tiene gol, asistencia y quizá necesitemos de eso». Respecto a la derrota, analizó que «cuando tienes un rival enfrente de los mejores también ellos ponen de su parte, pero es verdad que nos han hecho el gol, hemos tenido que llevar demasiada inciativa ante un equipo cerrado, exponiéndote atrás, han llegado poco pero las pocas que llegan definen bien. Luego, cuando mejor estábamos han marcado y con el 1-2 se ha puesto el partido mas difícil. El Sevilla juega bastante atrás y tiene luego esos jugadores determinantes. No nos han hecho muy pocas contras, pero las que nos han hecho han acabado en gol», reflexionó. En cualquier caso, dejó claro que «esto no tiene que afectar en nada al vestuario, no nos podemos permitir el lujo de caer por una derrota o un empate. No tiene que suponer nada, el partido del domingo será diferente». J.V.