El delegado del Gobierno español en la CAV, Jesús Loza, señaló ayer que el «compromiso» del Ejecutivo del PSOE es terminar las obras de la “Y vasca” en 2023, aunque «posteriormente hay que hacer estudios y certificaciones de seguridad. Y cuando se terminen estas verificaciones se podrá poner en marcha el ferrocarril».

«No me atrevo a decir ningún plazo de tiempo de tiempo sino que se intentará hacer con la mayor celeridad», destacó en los micrófonos de Radio Euskadi, donde insistió en que «los compromisos son los que son y no voy a ir ni un centímetro más allá».

Con estas palabras quiso zanjar el debate abierto en torno al plazo de finalización de la “Y vasca”, y afirmó que nadie se ha metido en este jardín de forma voluntaria, sino que «los jardines nos vienen impuestos a veces». «No ha sido buscado, pero si la polémica ha servido para trabajar todos al cien por cien bendito jardín», manifestó.

En este sentido, hizo hincapié en que todo el mundo debe «ponerse las pilas para que el reto de 2023» se cumpla. «Mi compromiso es dedicar el 110% de mi actividad a que eso sea una realidad», añadió, y se mostró convencido de que la partida destinada al TAV se incrementará en el trámite de enmiendas de los presupuestos. «El PNV sabe perfectamente cómo negociar y es un extraordinario negociador».

El PP desconfía

El diputado del PP en el Congreso Leopoldo Barreda no cree que se vayan a cumplir los plazos, ya que «hemos vivido seis meses de parón en la alta velocidad y ahora se nos anuncia una reducción importante de la inversión». «No va a haber un tren funcionando para 2023».