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MOSCÚ

Erdogan trata de convencer a Putin de que deje a los kurdos en sus manos

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, reiteró a Vladimir Putin su deseo de controlar el norte de Siria y expulsar a las fuerzas kurdas tras la retirada de EEUU. Dijo que no hay desacuerdos con Moscú, pero Putin apostó por un pacto de los kurdos con Damasco.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, insistió ayer en la petición a su homólogo ruso, Vladimir Putin, en la idea de crear una «zona de seguridad» en el norte de Siria para impedir cualquier autogobierno kurdo. Erdogan pidió concretamente evitar «un vacío de poder» en el noreste de Siria.

«Es esencial que no se permita un vacío de poder una vez las tropas estadounidenses se retiren», afirmó en una rueda de prensa conjunta con Putin.

Esta zona de seguridad de 30 kilómetros ya fue planteada hace diez días por el presidente de EEUU, Donald Trump. Erdogan rápidamente señaló que Turquía debía hacerse cargo de ella.

Olvidado ya el objetivo de apoyo a los rebeldes para derrocar a Bashar al Assad, Erdogan se centra en acabar con las comunidades autogobernadas en el kurdistán sirio (Rojava) y en el este de Siria.

Tras el anuncio de la retirada de las tropas por parte de EEUU, que apoyaba a las milicias kurdas, Ankara ha visto la oportunidad de dar un golpe definitivo en la región y trata de pactarlo con Moscú. Para ello, reclama esta «zona de seguridad» de la que quiere expulsar a los kurdos. Aunque ayer sostuvo que Ankara y Moscú no tienen desacuerdos sobre esa zona, Rusia defiende que el Gobierno sirio controle la soberanía de todo el territorio y los kurdos cedan el control de la región a Damasco. Tanto el Kremlin como Siria han visto también una oportunidad en la retirada estadounidense.

«Si (la retirada) se hace efectiva tendrá un efecto positivo y ayudará a estabilizar una región tumultuosa, actualmente controlada por los kurdos», señaló ayer Putin. «En este contexto, apoyamos la puesta en marcha de un diálogo entre Damasco y representantes de los kurdos, lo que contribuirá a la consolidación de la sociedad siria y a la reconciliación nacional y no solo beneficiará a Siria sino a todos los países vecinos», añadió.

En cuanto a las fuerzas kurdas, rechazan de plano la idea y temen que se repitan las persecuciones y saqueos sufridos en la región de Afrin tras la invasión turca. De hecho, ante la amenaza turca, las FDS cedieron el este de la región de Minbej al Gobierno sirio.

Las FDS toman el último reducto urbano del ISIS

Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), alianza de combatientes árabes, siríacos y kurdos apoyada por EEUU, tomaron ayer la última ciudad siria en manos del Estado Islámico, y han confinado a los yihadistas en dos aldeas de su bastión de Deir Ezzor, en la frontera con Irak. Las FDS ya han conquistado la mayor parte del este del Éufrates, a pesar de que persisten los contraataques del ISIS y los atentados en la retaguardia. Ayer se hicieron con la totalidad de la ciudad de Baghouz, reduciendo al ISIS a las aldeas de Safafna y Sajla. «Nuestra misión sigue siendo la derrota definitiva del ISIS. Es difícil decir cuánto tiempo tardará. Intentamos no hablar en términos de plazos, primero hay que debilitar las capacidades del enemigo», dijo el portavoz de la coalición, Sean Ryan. «Insistimos; el fin geográfico del ISIS no significa el fin de la organización», alertó el comandante de las FDS Redur Khalil. Todavía cuenta con un reducto en el centro de Siria, y en el resto se ha convertido en una organización con células durmientes, pero aún activa.GARA