Joseba VIVANCO
Fútbol internacional

Un iraní, un vietnamita y un galés

El planeta fútbol es cada vez más cosmopolita pero, al final, el que sigue firmando tripletas es un argentino de apodo «Kun».

Fue el segundo mejor guardameta asiático del siglo XX, según la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol. Seguramente por eso se ganó entre los suyos el apodo de Ostureh (La Leyenda). Nació en Teherán, en 1949, apenas tres años antes del golpe de estado conjunto que dieron los servicios secretos británicos y la recién creada CIA para derrocar al entonces presidente democráticamente elegido. Nasser Hejazi se puso muy joven bajo palos, lo ganó todo en su país durante una década, participó en los JJOO de Múnich y Montreal, se clasificó con la selección iraní al Mundial´78 de Argentina y, cuando estaba a prueba en el Manchester United, aquel año estalló la Revolución Islámica. Las competiciones se cancelaron y también su prometedora trayectoria fuera de su país. Casi una década después puso fin a su trayectoria, a los 37 años. Trató de hacer carrera política, enfrentado al presidente Mahmoud Ahmadineyad, fue vetado en la televisión pública, se le impidió postularse para dirigir al país por carecer de historial político y, a su funeral, en 2011, acudieron 20.000 personas al estadio Azadi. Un ídolo.

Cuarenta años después de la Revolución del 79, el fútbol ha cambiado en Irán, los estadios no lucen consignas llamando a destruir a EEUU e Israel, sí invitan a la oración como llave al paraíso, y sobre todo se habla de la reciente presencia permitida, con matices, de mujeres en ellos. Ha exportado a algunos de sus mejores exponentes, como los míticos Ali Daei (en 1997) o Mehdi Mahdavikia (un año después) a la Bundesliga o a los rojillos Nekounam y Masoud (2006 y 200), pero su último diamante, Sardar Azmoun, de origen turcomano y al que apodan el ‘Zlatan iraní’, acaba de fichar por el Zenit ruso procedente del Rostov y es, a sus 24 años, todo un ídolo con 2,9 millones de seguidores en Instagram.

Igual que Mohamed Salah en Egipto, que nunca militó en ninguno de los dos grandes clubes del país, el chaval tampoco ha vestido la camiseta ni del Persépolis ni del Esteghlal, cuyo derbi suele reunir a cien mil personas en el coloso estadio Azadi. A este delantero espigado que sueña con levantar la Champions League le gustan los caballos; porta el dorsal ‘69’, número de la matrícula de su vehículo en su región de origen, Golestán; y luce dos tatuajes en inglés en el brazo izquierdo anticipando quizá su deseo declarado de jugar en la Premier: «Love me for what I am» (Quiéreme por lo que soy) e «If people are trying to bring you down it only means you are above them» (Si las personas te intentan tirar hacia abajo es que estás por encima suyo).

Cuentan que, cuando su compatriota Javad Nekounam llegó a Iruñea en 2006, lo primero que preguntó fue dónde estaba el concesionario de Ferrari. Al saber que no había, se fue a Madrid a hacerse con uno. Al joven Azmoun le quieren mantener con los pies en el suelo, ídolo de masas en Irán donde el fútbol se vive con pasión indescriptible, y como dato ahí está el Persépolis, el declarado equipo del pueblo, club de Asia con más interacciones en redes sociales.

Internet se volcó también con el adiós a Emiliano Sala. Miles y miles de usuarios subieron condolencias a la red social, aunque algunos fueron más allá. Kylian Mbappé puso 30.000 euros para sufragar la búsqueda de su cadáver y acaba de donar otros 27.000 para hacer lo propio con el del piloto. Jugadores del Nantes, club al que había dejado de pertenecer Sala, y Niza colgaron su camiseta en una de las porterías antes de enfrentarse en Ligue 1; los del Cardiff, por el que había fichado, mostraron su respeto antes de medirse al Southampton, dos de cuyos seguidores han sido vetados de por vida por mofarse al simular un avión durante el minuto de silencio.

El 10-0 del Benfica al Nacional

Responso el que rezaron esta pasada jornada en la Liga portuguesa por el Nacional de Madeira, el club que un día se interesó por un crío apodado ‘abelinha’ y al que no le gustaba nada perder. El presidente del Andorinha, donde jugaba el chaval, escuchó las ofertas de los dos clubes de Funchal, Marítimo y Nacional; el primero no se presentó a la cita y el segundo puso sobre la mesa una veintena de balones y una equipación completa para el equipo infantil. Se lo llevó, lo mismo que haría luego en 1997 el Sporting de Lisboa, que pagó por aquel chico de 12 años el equivalente a 22.500 euros, deuda previa que el Nacional tenía con el Sporting por un traspaso, y que saldó de tal guisa. Aquel flacucho era Cristiano Ronaldo.

El Nacional, antepenúltimo clasificado, visitaba este domingo al Benfica, perseguidor del líder Porto que había empatado su partido. Justo en el día del cumpleaños de uno de los ‘10’ más recordados del Benfica, Fernando Chalana, los de Da Luz se adelantaban en el marcador en el minuto 1 y cerraban la cuenta en el 90; entre ambos, otros ocho goles más, en total, un 10-0 –marcado el último por el dorsal ‘10’– que no se veía en el fútbol luso desde hacía 55 años, firmado también por ‘Las Águilas’. Llega a haber prórroga y marca hasta el mítico Eusebio... El club lisboeta, eso sí, reclamó después respeto hacia su rival.

Otra goleada no fue tan abultada, pero resultó más demoledora sobre todo para el Chelsea y su guardameta Kepa Arrizabalaga. El Manchester City no tuvo piedad de los Blues y les endosó un contundente 6-0 que deja ‘tocado’ a su técnico Maurizo Sarri –hace días encajó otro 4-0 ante el Bournemouth–, que negó el saludo a Pep Guardiola al final del choque, lo que no impidió que el catalán pidiera ante la prensa paciencia para el napoletano en su primer año en Inglaterra. Tres goles más del enrachado Kun Agüero, que iguala a tripletes en Premier con el gran Alan Shearer. Citizens y Liver-pool siguen empatados en la tabla, con un partido más para los primeros, tras ganar 3-0 los de Jurgen Klopp, mismo marcador, pero a domicilio, que cosechó el United. Los Reds Devils adelantan a Chelsea y Arsenal en la lucha por la última plaza Champions, con el Tottenham tercero. Los Gunners de Unai Emery ganaron, con un joven canterano llamado Ainsley Maitland-Niles en el once. Al chaval no le salió buen partido y en las redes sociales, muchos se lo reprocharon; se limitó a responderles uno a uno con un «trataré de hacerlo mejor la próxima vez».

El Ajax los necesita jóvenes

Paciencia con los jóvenes es lo que no puede tener la que quisiera una cantera referencial como la del Ajax de Amsterdam. Uno de sus responsables contaba estos días en un reportaje en ‘‘The New York Times’’ que con 19 años tienen que estar listos para jugar en el primer equipo «porque a los 20 se habrán ido». Los canteranos ya no estudian fuera de la academia, sino en ella y su filial, especie de sub´21, juega en la Segunda división.

Vietnam no es precisamente un tradicional semillero de jóvenes futbolistas en el panorama asiático, pero en este fútbol cada vez más globalizado, algunos de su valores empiezan a abrirse paso. En la Copa de Asia los Golden Dragons dejaron buena impresión y eso le ha valido para que, por ejemplo, su portero, de origen ruso, se haya ido a jugar a Thailandia para sustituir al titular de la portería se la selección thai que ha fichado a su vez por un club de la Primera belga.

Un galés, Aaron Ramsey, deja el Arsenal para irse en junio a la Juventus, cobrando 400.000 libras semanales. Veremos si le va bien y no como a su compatriota el mítico Ian Rush en su aventura juventina: «No me gustaba jugar en Italia, era como hacerlo en un país extranjero».