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El Gobierno navarro destaca la reducción de «la losa» de la deuda

Aunque la recaudación líquida de la Hacienda Tributaria en 2018 ha sido menor que la del año anterior, el Gobierno cuatripartito ha cerrado las cuentas del último ejercicio con un nuevo superávit, lo que ha servido para reducir su deuda en 187 millones de euros.

Como subrayó el consejero de Hacienda y Política Financiera, Mikel Aranburu, el pasado viernes al presentar el cierre de las cuentas del Gobierno navarro de 2018, el dato más destacado es el de la reducción de la deuda, algo que no se había producido desde 2008 y que forma parte de una estrategia «para que no suponga una losa a las generaciones futuras».

En términos absolutos, la deuda ha pasado de los 3.628 millones de euros en 2017 a los 3.441 millones del 31 de diciembre pasado. Una bajada consolidada porque también se ha reducido su peso respecto al producto interior bruto (PIB), pasando del 18,3% al 16,8%.

Esto ha sido posible gracias a que se han cumplido los objetivos de estabilidad presupuestaria marcados por el Ejecutivo, logrando, por segundo año consecutivo, cerrar el ejercicio con superávit. Si en 2017 fue de 241 millones de euros, en 2018 ha sido de 116 millones.

Aranburu valoró positivamente los datos de cierre de 2018 porque son «unas cuentas saneadas» y reflejan que, «si se gestiona con rigor, es compatible la sostenibilidad de las cuentas públicas con el aumento de los recursos para gasto social».

A este respecto, comentó que solo en Educación, Salud y Derechos Sociales se han destinado 384 millones más que en 2015.

Aunque estos datos son todavía provisionales, ya que los definitivos se completarán en mayo con los últimos apuntes y auditorías, las pequeñas variaciones que puedan producirse no afectarán al porcentaje final de superávit ni deuda sobre el PIB, según indicó Aranburu.

En cuanto a la regla de gasto, aunque los datos definitivos no se conocerán, como es habitual, hasta el mes de octubre, el Gobierno de Uxue Barkos estima que ha cumplido el objetivo fijado del 2,4% del PIB.

Más liquidez para empresas

La pasada semana también se hicieron públicos los datos relativos a la recaudación tributaria de 2018. Como señalaron desde Hacienda, la comparativa directa con 2017 refleja un efecto negativo por el cambio de calendario de pagos y devoluciones, que ha sido más favorable para las empresas que para las arcas públicas en esta fase transitoria.

Y es que durante el pasado ejercicio se modificó el calendario por el que las empresas pagan las retenciones de trabajo y el IVA mensual, lo que ha hecho que se ingresaran 11 mensualidades en lugar de las 12 de un año normal. Además, Hacienda cumplió con su compromiso de adelantar las devoluciones de IVA a las pymes y a las grandes empresas, lo que ha dado lugar a que se devuelvan 14 mensualidades frente a las 12 habituales.

A esto se añade que también se adelantó el calendario de devolución del Impuesto de Sociedades, de modo que en enero de 2018 se devolvió lo correspondiente a la campaña de 2016, mientras que entre noviembre y diciembre pasados ya se reintegró la de 2017.

Estas medidas han mejorado la liquidez de las empresas en 242,2 millones de euros, según los cálculos de la Hacienda Tributaria, lo que, a su vez, «conlleva un coste contable en este balance de final de año».

De hecho, la recaudación líquida tributaria se ha quedado en 3.483 millones, casi 200 millones menos (-5,42%) que en 2017. Hacienda insistió en que esta caída «se debe al diferente ritmo de ingresos y devoluciones», afirmando que, si el cálculo se hace «en términos homogéneos», tendríamos que la recaudación ha crecido 286,1 millones de euros (+4,4%).

También precisó que los ingresos comprometidos en una remesa habitual con el Estado para diciembre (por actas únicas, cambios de domicilio, etc…) no llegaron hasta los primeros días de enero, por lo que han quedado fuera del balance contable del pasado ejercicio.

Más ingresos por IRPF

«La buena marcha de la economía se deja notar en la recaudación de IRPF y Sociedades». Este es otro de los mensajes positivos que ha lanzado la Hacienda Tributaria a la vista de los datos de la recaudación, ya que estima que «estos valores son coherentes con los indicadores macroeconómicos y se reflejan en los datos de la imposición directa».

En concreto, la recaudación por IRPF ha aumentado un 4,91%, aunque en términos homogéneos la subida sería del 8,2%. Este incremento se achaca a «la mejora del mercado laboral y de las actividades de los empresarios y profesionales».

En cuanto al Impuesto de Sociedades, acusa la devolución de dos campañas en el ejercicio de 2018, con una bajada del 24,78%, aunque en términos homogéneos sube un 3%.

En el capítulo de los impuestos indirectos, la recaudación líquida muestra un descenso anual del 10,41%. La Hacienda navarra también achaca esta caída al cambio de calendarización y al mencionado retraso en la remesa del Estado.