Iñaki IRIONDO

Primer eurosondeo, una chapuza

El Europarlamento hizo ayer público el primero de nueve informes de proyección de voto para las elecciones europeas del próximo 26 de mayo y su lectura no puede resultar más decepcionante. Si su intención era acercar la institución a la ciudadanía y promover la participación, pensando además en acotar terreno a las derechas extremas y euroescépticas, más parece que el objetivo conseguido haya terminado siendo producir un entretenimiento para que se hable de las elecciones, hablar por hablar, sin demasiado rigor técnico.

Lo que al primer bote se entiende como un sondeo específico realizado con dinero público europeo en todos y cada uno de los estados que pasarán por las urnas entre el 23 y el 26 de mayo es, en realidad, una proyección que la empresa contratada, Kantar Public, hace en función de encuestas que va recogiendo de aquí y de allá, priorizando que sean sondeos que pregunten por las elecciones europeas pero, si no es posible, aprovechando también las de ámbito interno. Y esto es lo que ha ocurrido en el caso del Estado español. El eurosondeo se basa en dos encuestas de voto para el Congreso publicadas ya el 28 de enero por los periódicos “La Razón” y “Abc”, sobre las que Kantar Public se limita a hacer una simple media (sumar los porcentajes de cada sigla y dividir entre dos), sin reparar siquiera en que algunos de los partidos de los que habla habían anunciado para esas fechas que su intención es la de presentarse en coalición. Así, por ejemplo, desde una institución que pretende prestigiarse, como es el Parlamento Europeo, se acaba induciendo titulares que señalan que PNV y EH Bildu se quedarán sin representación en Bruselas.

Si alguien tiene alguna duda sobre la fiabilidad de este informe demoscópico, sepa que la próxima entrega se anuncia para este 29 de febrero («29 February») pero hasta el año que viene, 2020, no es bisiesto.