Nagore BELASTEGI
DONOSTIA

«La flauta mágica» que se basa en un sueño para hacer frente a los miedos que todos tenemos

Opus Lírica presenta en Donostia su décima ópera en cinco años. Con la colaboración del coro de la Adao, que formará un muro humano en el escenario, mostrarán una historia de superación personal.

Opus Lírica ofrecerá este fin de semana una versión actualizada de “La flauta mágica” de Mozart. Ambientada en los años 60-70 del pasado siglo, la historia se basará en un sueño de Tamino, por el que empezarán a desfilar diferentes personajes que representarán sus miedos.

Las funciones de la ópera íntegra serán el viernes a las 20.00 y el sábado a las 19.00 en el Kursaal donostiarra, mientras que el domingo a las 17.00 habrá una versión reducida, “La pequeña flauta mágica”, pero con los mismos cantantes dirigida a un público familiar.

Se trata de la décima ópera que Opus Lírica desarrolla en cinco años, no sin esfuerzo, pues su directora, Ainhoa Garmendia, incidió en que agradece las ayudas institucionales pero que no son suficientes, y que dependen en un 90% de la venta de entradas, las cuales tratan de mantener a un precio popular. Por ello, pidió por enésima vez más apoyo para poder mantener en el tiempo el proyecto y para que en un futuro siga habiendo una temporada de ópera en Donostia.

Debido a los recursos limitados, la puesta en escena no es tan espectacular como el director de escena, Pablo Ramos, imaginó en un principio. Sin embargo, han conseguido recrear esa sensación onírica mediante proyecciones y vestuario. «Hay muchas versiones de “La flauta mágica” y ser original es difícil. No hemos podido hablar con Mozart y no sabemos con qué intención la hizo. Para nosotros es una ópera que habla del ser humano y de una cosa que todos tenemos: los miedos. La posibilidad de vencerlos es lo que nos da felicidad», aseguró.

Superación personal

La obra comienza en la biblioteca de un pequeño pueblo, donde Tamino se junta con otro personaje que le ofrece un libro y le pide que lo lea y reflexione sobre él. Según explicaron, este libro puede representar cualquier miedo. En esa biblioteca el protagonista se topa con otros personajes, que una vez Tamino comienza a soñar y nos metemos en su cabeza, se transforman.

«Nuestra propuesta escénica es lo que ocurriría en un sueño- Hay muchos cambios escenográficos y es todo un poco loco, porque así son nuestros sueños y así funciona nuestra mente», indicó Carlos Crooke, ayudante del director de escena. Ambos opinan que la obra habla de «un proceso de superación personal al vencer los miedos».