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La izquierda, bloqueada incluso ante la primera crisis de Gobierno de Bolsonaro

La izquierda gobernó Brasil durante 13 años y libró una batalla digna en la segunda vuelta de las elecciones contra Jair Bolsonaro, pero el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula se muestra incapaz de encarnar la oposición al presidente ultraderechista incluso ante la primera crisis del actual Gobierno.

El lunes fue destituido por un caso de financiación electoral irregular el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Gustavo Bebianno, líder del Partido Social Liberal (PSL), la minúscula formación que sirvió de plataforma electoral a Bolsonaro, lo que pondrá a prueba a la base parlamentaria del Gobierno cuando intenta imponer sus primeras reformas de envergadura. Pero Bolsonaro parece tener el camino allanado con el apoyo de un arco de partidos que abarca desde la ultraderecha al centroizquierda.

El PT, que parece carecer de propuestas frente a la ola ultraderechista, no se muestra capaz de aprovechar la situación y no logra dar vuelta a la página y dotarse de nuevos líderes.

La izquierda está «desorganizada», Brasil «carece de los beneficios de una oposición», y eso «es una suerte para Bolsonaro, cuyo inicio de mandato es confuso», escribía recientemente el diario “Folha de Sao Paulo”.

El PT sigue siendo el partido más representado en la Cámara de Diputados (56 escaños, de un total de 513), pero ya no es la formación hegemónica de la izquierda, lastrada por los problemas, ya que la corrupción le ha infligido un duro golpe y sufre un problema de liderazgo.

Sus exaliados han roto con él para formar un bloque alrededor del centroizquierdista Partido Democrático Trabalhista (PDT) de Ciro Gomes y del Partido Comunista do Brasil (PCdoB), que se convierte en la segunda fuerza con 105 diputados, por detrás de los 305 del PSL.