EDITORIALA

Las luchas laborales dan valor a los cuidados

Los datos que dan y las historias que cuentan las mujeres que se dedican al trabajo de cuidados, ya sea como empleadas del hogar o como trabajadoras del servicio de ayuda a domicilio, son una muestra fehaciente de cómo funcionan las estructuras patriarcales de nuestra sociedad, aquellas que sirven para ocultar y restar valor a lo que hacen las mujeres y, en particular, a los trabajos de cuidados. Así lo reflejan los testimonios que ha recogido GARA en el reportaje que publica hoy.

La desvalorización de los trabajos de cuidados comienza por las estadísticas oficiales, que apenas recogen cifras desagregadas que permitan dibujar un cuadro más o menos completo de quiénes son y a qué se dedican las mujeres que se ocupan de estas tareas. Sin datos oficiales la invisibilidad de los cuidados está garantizada: lo que la estadística no contabiliza no existe para el Estado. Pero cuando no queda más remedio que aceptar que existe, se le da una consideración especial. Eso es lo que hace la Seguridad Social, que mantiene un régimen especial para las trabajadoras del hogar que contempla menos prestaciones y más limitaciones que para el resto de profesiones. De esta manera, la Administración da carta de naturaleza a que sean consideradas como trabajadoras de segunda. Y esa misma mentalidad se refleja también en los raquíticos convenios que tienen, por ejemplo, las empleadas del servicio de ayuda a domicilio, un servicio a cargo de las administraciones públicas, pero del que se desentienden para subcontratarlo sistemáticamente a empresas privadas.

De este modo el patriarcado ha institucionalizado los cuidados como una ocupación poco productiva, y por tanto subordinada, con menos derechos y peores condiciones. Por ello, no es extraño que sean las mujeres de estos sectores feminizados, casi todos ellos relacionados con el trabajo de cuidados, las que estén marcando la pauta en la lucha de los trabajadores contra la precariedad y el patriarcado, por una sociedad más justa e igualitaria.