Mikel INSAUSTI
CRÍTICA «Onyx, los reyes del Grial»

Un objeto de culto para dos mil años de cristianismo

Hay malpensados que sostienen que esta película es una forma de promoción turística para León, cuyo Ayuntamiento ha apoyado de modo incondicional el rodaje y estreno, compartido con la Seminci de Valladolid. Pero estoy convencido de que “Onyx, los reyes del Grial” (2018) no se queda en lo local y busca propagar un mensaje universal de contenido cristiano, tal como confirma la presencia estelar de Jim Caviezel, protagonista de dos títulos claves del cine religioso reciente como son “La pasión de Cristo” (2004) y “Pablo, el apóstol de Cristo” (2018). Aquí no encarna al Mesías, sino a un simple monje que hace las veces de narrador y guía a través del tiempo que media entre el año 33 d.C. y la actualidad.

Un viaje histórico que podría haber sido apasionante, pero que no encuentra su adecuada expresión cinematográfica por falta de ensamblaje entre la parte documental y la ficcional. Desde el punto divulgativo tampoco, porque la teoría del hallazgo definitivo del Santo Grial es difundida en un sentido muy lineal, sin dejar espacio para el debate entre creyentes y agnósticos. Prevalece el afán por pasar de la leyenda al estudio académico llevado por la doctora en Historia Medieval Margarita Torres y el doctor en Historia del Arte José Miguel Ortega del Río en su libro editado en la colección Reino de Cordelia.

Para el público siempre habría sido más agradecida una visión escorada hacia lo legendario, por más que se apele a las referencias encontradas en textos posteriores al primer periodo de la cristiandad, y más en concreto a los hallados en la biblioteca de la Universidad Al-Zahar de El Cairo. Un sultán fatimí habría enviado desde allí el preciado objeto a su homónimo en Denia, y este a su vez se lo pasaría al rey Fernando I de León y a Doña Sancha, siendo heredado por su hija Doña Urraca. Se conserva milagrosamente en la Basílica de San Isidoro.