El Ibex sigue sin encontrar argumentos para frenar la racha bajista iniciada el 20 de marzo, cuando perdía su batalla por alcanzar los 9.500 puntos. Ayer, tras cuatro días consecutivos en rojo, caía hasta los 9.179,90 puntos, después de ceder un 0,21%. A media sesión se vio un intento de rebote, que no pudo consumarse por la presión negativa de Inditex y la poca fortaleza del conjunto de las bolsas europeas: al cierre, Fráncfort restaba un 0,15%; París, un 0,18%; y Londres, un 0,42%.

Estos descensos generalizados pudieron ser todavía más profundos, dado el elevado grado de confusión que se vive en Londres con el Brexit. De momento, Theresa May no cuenta con los apoyos necesarios para sacar adelante su acuerdo con Bruselas y las opciones de una salida desordenada siguen aumentando. El bálsamo vino desde Alemania, donde el índice IFO de confianza empresarial rompió los pronósticos. En marzo sube hasta los 99,6 puntos, desde los 98,5 puntos anteriores, el primer repunte en seis meses. Fue toda una sorpresa después de haber conocido el pasado viernes la caída del PMI manufacturero hasta los 44,7 puntos, su nivel más bajo desde 2012.

En el Ibex, el principal lastre era Inditex, que perdía un 1,33% después de la rebaja del precio objetivo por parte de Morgan Stanley. Según el banco de inversión, su capacidad de crecimiento se ha reducido. También restaba puntos importantes al selectivo Telefónica (-0,74%). Todavía peor lo hizo Ence (-3,37%), castigada duramente tras conocerse su problema judicial con la prórroga de actividad para la planta de pasta de papel en Pontevedra. En marzo, su valor cae ya un 25%. Cellnex (+3,22%) encabezó a los ganadores tras cerrar el pasado viernes una ampliación de capital de 1.200 millones de euros.