Jon ORMAZABAL
Pelota

Bilbo pasa el tamiz entre las dos mejores parejas

Elezkano-Rezusta pretenden revertir unos pronósticos que apuntan a los pegadores Irribarria-Zabaleta.

Después de cinco meses de competición, 65 partidos y miles de pelotazos, el Bizkaia de Bilbo pasa hoy el último tamiz al Parejas, el más fino, el que queda para la posteridad. Y lo hace, sin duda, para elegir entre las dos mejores combinaciones, las dos que más triunfos han, obtenido 12 cada una, la mejor de la primera liguilla contra la mejor de semifinales, con los dos zagueros más regulares y dos delanteros en uno de sus mejores momentos.

Es por eso que los momios de doble a sencillo que se han manejado en los últimos días se antojan un poco exagerados, por mucho que la solvencia mostrada por Irribarria-Zabaleta en semifinales haya sido insultante. El de Etxarren pone en juego el título obtenido el año pasado junto a Zabaleta ante los mismos rivales que el año pasado, con lo que busca ser uno de los pocos que ha conseguido revalidar txapela. Su delantero en 2013, Juan Martínez de Irujo, que repitió con Barriola un año después, fue el último en conseguirlo hace un lustro.

Y para ello cuenta con argumentos de peso. El primero su propio nivel, para muchos ha sido el mejor pelotari del campeonato y no parece acusar la presión en este tipo de partidos, donde cuenta con un 100% de efectividad, dos txapelas en sus dos finales. A su vez, cuenta con un Irribarria claramente mejorado, con el que conforma la pareja más pegadora, pero con el de Arama acertando a sacar provecho a todos esos huecos que abren en la cancha gracias a los brillantes pelotazos que son capaces de soltar.

Oportunidad de redención

El primer objetivo de Elezkano-Rezusta es el de hacer borrón con la final del año pasado, en la que rindieron por debajo de sus posibilidades. En su cuarta final consecutiva, Beñat Rezusta parece llegar en mejores condiciones que en 2018 y sus zurdazos pueden doblar a cualquiera.

Danel Elezkano es el único que no ha podido calarse una txapela como profesional y está haciendo méritos para ello. El de Zaratamo crece cada día, parece haber encontrado su sitio en la elite y quiere corroborarlo con una txapela que premia unas trayectorias ejemplares.