Iratxe FRESNEDA
Docente e investigadora audiovisual

París seguirá siendo París

Arde Notre Dame y se quema la mezquita Al-Aqsa en Jerusalén. Los edificios se incendian, se destruyen, se reconstruyen o desaparecen como la biblioteca de Alejandría. Al mismo tiempo la vida continúa y las personas siguen librando una dura batalla cada día. París y uno de sus monumentos más fotografiados, el hogar del Quasimodo de Victor Hugo. En “Charada”, de Stanley Donen, nada y todo ocurre frente a la catedral. Las flores de los cerezos pasan volando por mi ventana mientras escribo y recuerdo la imagen de París que grabé en mi cabeza, no se aleja de la imaginada gracias al cine, es sucia e impertinente por momentos, acogedora y fantástica en los detalles menos buscados. La primera vez que visité París solo pisé su extrarradio y, en ‘mi paseo’, no vi ni un solo monumento, pero abracé a un ser querido. Las ‘cosas’ desaparecen, las personas también y nos duele y a veces es difícil evitar llevar el corazón en la mano. Arde París, pero esta vez no arden sus calles demandando lo imposible, se quema un edificio, bello y emblemático pero en realidad solamente hay que acabar con el fuego, no sea que se extienda. Nada más. París seguirá siendo París, una ciudad en continua transformación, si le dejan.