Iñaki Lekuona
Periodista
AZKEN PUNTUA

Solo hollín

El fuego infernal que en la tarde del lunes se tragaba a bocados la cubierta de la catedral de Notre Dame de París y que inundaba al mismo tiempo los noticiarios de actualidad de radio y televisión, acabó por aguar por completo el discurso a la nación que el bueno de Emmanuel Macron había previsto, en incluso grabado, para esa misma noche. Pero, cosas del periodismo canalla, algún alma retorcida decidió que el contenido –por su ausencia del mismo– no tenía desperdicio y desde el martes comenzó a circular por la red la copia de sus 18 páginas. Entre todo el mar de pompa, el propio Macron había subrayado varias frases heroicas, como la de «reconstruir el proyecto de nuestra Nación, de nuestra República», que debía adornar medidas como la puesta en marcha de un nuevo proceso descentralizador, un freno a su política de recortes en la enseñanza y en la sanidad, o un aumento de las pensiones. Pero como a la épica de postín se la tragaron también las llamas de la realidad, el Elíseo decidió anular la emisión del monólogo para readecuarlo a este nuevo escenario donde el humo lo cubre casi todo y sobre cuyas cenizas podría germinar la semilla de la unidad. Gesto evidente de que el presidente no tiene discurso ni proyecto, y de que su prioridad no es otra que reconstruir su propia imagen, que ahora mismo no es más que hollín.