Joseba VIVANCO
Athletic

134 córners después...

Los leones rescatan tres puntos europeos gracias a un gol en propia meta pepinero que decantó un sonrojante partido abocado al 0-0.

LEGANÉS 0

ATHLETIC 1


Andoni Zubizarreta decía que «en fútbol puede ganar el equipo que menos tiene la pelota, el que menos chuta… se puede ganar hasta sin chutar porque el rival puede meterse un gol en propia puerta». Fue 134 córners después cuando el gol volvió a caer del lado del Athletic aunque fuera en propia puerta del rival. El Leganés es el equipo que más goles encaja de cabeza de la Liga y fue su delantero En-Nesyri el que conectó un certero cabezazo a la escuadra imposible para su sorprendido portero, y que a la postre acabó por darle una impensable victoria a los rojiblancos. Fue ocho meses después de que el Athletic anotara de saque de esquina, precisamente, ante el Leganés.

El veterano entrenador italiano Marcelo Lippi sostenía que «al estadio se acude para vencer. Para divertirse ya están los cines y los teatros». Y fue lo que hizo el Athletic en Butarque en la desapacible tarde de ayer, aunque lo de acudir para vencer habría que cogerlo con pinzas, porque lo cierto es que si los rojiblancos ganaron fue porque el Leganés les regaló un gol en propia puerta, lo único que pudo desatascar un partido infumable en lo futbolístico, que solo una jugada desgraciada como esa podía rescatar el cerocerismo al que estaba condenado. La suerte, la flor dirán algunos, fue que cayó del lado bilbaino, tres puntos con marchamo continental a los que una victoria en el derbi ante el Alavés puede hacer casi definitiva la apropiación de esa ansiada séptima plaza europea.

Nadie se acordará de este partido cuando acabe la temporada, salvo esos centenares de héroes anónimos athleticzales que osaron desafiar la lluvia torrencial y el viento que azotó, al menos, la primera media hora de este Leganés-Athletic que no pasará a la historia del fútbol. Los mismos que festejaron el agónico triunfo final, con el conjunto rojiblanco achicando agua casi en su área pequeña, como si la clasificación europea fuera imposible que escapara. Después de noventa minutos de maltrato al fútbol, y tres de regalo añadido para desasogiego del equipo bilbaino, los puntos saben a oro puro. Seguro que alguno se frotó los ojos con el pitido final y no porque tuviera agua de lluvia en ellos. Con tres remates a portería, dos entre los tres palos, el Athletic ganaba un partido imposible, en el que claramente jugó a no perder y, por sorpresa, salió ganador. Merecido o no, seguramente lo segundo, lo que cuenta a estas alturas de la película es sumar y si es de tres cualquier otro análisis pierde todo valor.

Gaizka Garitano se quedó corto cuando dijo aquello de que refrescaría el equipo para medirse al rocoso y apenas impenetrable Leganés. No solo plantó a los suyos en el campo con una disposición nada habitual de tres centrales y dos carrileros, sino que situó de inicio a Núñez, Mikel Rico y Aduriz de una tacada, dejando fuera a Beñat –el descartado–, De Marcos o Muniain. Esquema de cinco atrás para medirse a un ‘Lega’ con idéntico dibujo. Con estas cartas boca arriba no fue de extrañar que la primera parte resultara soporífera, con un ‘harramategi’ Athletic que salió claramente a no perder –pases y más pases atrás cuando no horizontales– y un Leganés que quiso más pero los rojiblandos no le dejaron rematar con nitidez ni una sola vez. Un páramo futbolístico hasta la salida de un córner puesto por Lekue sobre la bocina –encargado con mucho acierto ayer del balón parado a falta de los especialistas–, cuando el cerocerismo saltaba por los aires: En-Nesyri se equivocaba de portería y conectaba un certero cabezazo a la escudra de su guardameta.

Gol que obligó al Leganés a apretar a vuelta de vestuarios ante un Athletic parapetado en defensa, sumando imprecisiones, achicando como podía, despejando todo lo que sobrevolaba su área... Un ‘autobús’ sin sornojo alguno que el Leganés no pudo sortear. Williams tuvo el 0-2 en el minuto 78, pero Cuéllar le adivinó el ‘caño’. Hubiera sido todavía más injusto para los madrileños. Este Athletic, 134 córners después, ocho meses más tarde de aquel estreno liguero, está con pie y medio en Europa. Para creerlo.

«Un paso importante»

Gaizka Garitano reconoció que el triunfo consolida las opciones europeas. «Hemos estado muy solventes, defendiendo sobre todo los centros laterales. Aquí es difícil hacer ocasiones. Hemos ido en el día a día porque en el fútbol no creo en objetivos a largo plazo y sí en mejorar al día siguiente, que es el objetivo que nos marcamos desde que llegamos al equipo. Los jugadores están teniendo un comportamiento magnífico, igual que San Mamés. Con este triunfo damos un paso muy importante, pero ahora lo que importa es el sábado contra el Alavés», reflexionó el técnido de Derio.GARA