En plena bajada de ventas de coches a nivel global, el futuro de la automoción se ha citado en el Salón del Automóvil de Shanghai, donde las principales firmas automotrices han tratado de calentar el mercado con nuevos modelos y poniendo el foco sobre los vehículos eléctricos.

Todo ello para intentar revertir las tendencias globales de caída en las ventas, que también se están produciendo en la gran potencia asiática, cuyo mercado, el más grande del mundo, ha sido el objetivo en los últimos años para las compañías internacionales del sector y que ha encadenado nueve meses consecutivos de bajadas.

Según datos de la Asociación China de Fabricantes de Automóviles (CAAM, por sus siglas en inglés), en marzo las ventas totales de vehículos cayeron un 5,2%, hasta los 2,52 millones, mientras que las de pasajeros perdieron el 6,9%, una cifra que es aún más pronunciada si se tienen en cuenta los datos en conjunto del primer trimestre del año, en el que la bajada de las ventas de vehículos de pasajeros fue del 13,7%.

«No hay que alarmarse. Son datos coyunturales, porque en China la gente está invirtiendo más en el sector inmobiliario y también porque está esperando a que el Gobierno saque nuevas medidas de fomento a los vehículos de energías alternativas», comenta a Efe Shaggy Zhu, subgerente para América de DFSK, empresa del grupo Dongfeng.

En vanguardia

Con el eslogan “Crear una vida mejor”, este año el tema de la feria que intercala anualmente su sede entre Pekín y Shanghai ha sido la movilidad del futuro, y unos 1.000 expositores han presentado sus avances.

El salón abrió sus puertas al público el pasado jueves y las cerrará hoy, plazo en el que se han presentado unos 140 modelos de vehículos nuevos. Entre ellos, el primer vehículo totalmente eléctrico de Mercedes desarrollado para China, el Mercedes-AMG A 35 L 4Matic (una berlina deportiva) o el también plenamente eléctrico Rapide E de Aston Martin.

La mayoría de las marcas internacionales y, por supuesto, las chinas quieren demostrar estos días que no se han quedado atrás en el tema de las energías alternativas para la movilidad, un sector en el que China está a la vanguardia, como resalta Zhou. «En cuanto a la investigación y a la producción, China está a la cabeza del mundo por nuestra alta tecnología en el desarrollo de los vehículos eléctricos. Una muestra es que cada vez más marcas internacionales buscan asociarse con automotrices chinas», explica.

Según datos oficiales, en 2018 se vendieron en China más de un millón de vehículos eléctricos, con una subida interanual del 85%, y para el año 2020 se estima que se alcanzarán los dos millones de unidades.

Así, aunque las ventas globales caigan, en el apartado de los eléctricos están creciendo de manera exponencial, en parte gracias a que los gobiernos locales llevan años llevando a cabo planes para fomentar la producción y la venta de estos vehículos para paliar la contaminación en las grandes ciudades.

Una de las últimas filiales sino-extranjeras anunciadas es la integrada por la alemana Daimler y la china Geely, que han creado una empresa conjunta para transformar el icónico Smart.