Ramón SOLA
DONOSTIA
Entrevue
JUAN KARLOS IZAGIRRE
CANDIDATO DE EH BILDU A DIPUTADO GENERAL DE GIPUZKOA

«Las 38 personas más ricas de Gipuzkoa están pagando 15 millones menos al año»

De médico pasó a alcalde de Donostia y de alcalde de Donostia a médico. Ahora aspira a diputado general por EH Bildu, sin perder ese prisma humano que lo hace un político especial, muy cercano a la calle: «Cuando se protesta es porque hay motivo».

Su trayectoria se solapa con la de EH Bildu: irrupción en 2011, gobierno, luego derrota electoral, cuatro años de readaptación y cierta travesía del desierto, y ahora nuevo repunte y altas aspiraciones...

Sí. Bildu nace como nace, había unas 40.000 personas inhabilitadas que no podían presentarse. Los cuatros años en Donostia fueron una experiencia inolvidable. Cuando vuelvo luego a mi actividad como médico, tenía claro que no dejaba la política, en el fondo siempre he hecho política. El nexo con EH Bildu ha sido continuo y estar estos años en segunda línea te da otra perspectiva. Ahora volvemos con mucha fuerza, tengo claro que tenemos la mejor gente, el mejor proyecto y sobre todo la mejor forma de hacer política.

Algunas de las políticas que se implantaron entonces han sido mantenidas luego por otros gobiernos, ¿cómo lo valora?

Sí, ¡con qué facilidad se apropian de proyectos que entonces criticaron! A mí no me importa porque son mejoras para la ciudadanía, pero no me parece honesto. Cuando me tocó gobernar yo no tenía problemas en reconocer lo que otros habían hecho bien. Pero también es verdad que en otras muchas cosas se ha retrocedido.

Las instituciones de Bildu fueron combatidas entonces por lo que podríamos llamar «poderes fácticos» guipuzcoanos. ¿Cómo está esa relación ahora?

No me gusta mucho hablar del pasado, prefiero el futuro. Hubo una agresividad inusitada, sí; no era ya qué se nos respondía, sino cómo. Ocurrió porque veían que hacíamos las cosas de otra manera y eso ponía en cuestión las redes constituidas, el régimen que existía. A partir de ahí, los resultados de 2015 hay que aceptarlos. En 2019 la gente ya asume con total normalidad que el proyecto de EH Bildu es de izquierdas, que quiere abarcar a la mayor parte de esta sociedad y que es honesto. Y hay gente que se viene a EH Bildu porque ya no existen otros factores que sí había entonces.

A esos poderes no les habrá gustado ver en su programa de nuevo el Impuesto sobre la Riqueza y Grandes Fortunas...

El concepto básico es que la riqueza que se genera hay que repartirla; eso se hace con sueldos dignos, pero también con que ‘quien más gana, más aporta’. Nos dicen que no han quitado ese impuesto, que solo lo han cambiado de nombre, pero lo que vemos es que no tiene nada que ver y que, como ejemplo, 38 personas están pagando 15 millones menos anualmente con los que podíamos tener mejores servicios públicos.

Estos meses o años han emergido dos grandes movilizaciones: pensionistas y feminismo. ¿Qué les ofrece Bildu, qué se puede hacer desde Gipuzkoa?

Para un mundo mejor, siempre se pueden hacer cosas, empezando por cada uno mismo. Escuchamos a PNV y PSE hablar de feminismo pero no colaboran con el movimiento feminista, como ocurría con Bildu. Y si hablamos de presupuestos, entonces se aprobó una Norma Foral que preveía llegar en cuatro años a 8 millones de euros para igualdad; pues bien, en el presupuesto actual son todavía 2 millones. En nuestro programa proponemos 10. Esa es la realidad, y el resto, solo palabrería. Sobre los pensionistas, efectivamente es una competencia del Estado y hay que conseguir que sea de Euskal Herria, si es de una República vasca mejor, pero entre tanto se pueden tomar medidas aquí para llegar a los 1.080 euros. En la negociación presupuestaria de Gasteiz ya se vio nuestra voluntad. Pero hay más movilizaciones...

¿Por ejemplo?

Hablan mucho de la prioridad de las personas, pero llevamos más de 60 días de huelga en residencias. No puedes decir que hay que cuidar la dependencia y no cuidar a quienes cuidan a esas personas, no intervenir diciendo que son empresas privadas y que no hay nada de hacer. Diputación tiene que intermediar y poner mucho más dinero. No entiendo ni entenderé que se reconozca que se recauda mucho más y no se destine a las personas. Eso se soluciona en una semana. Y hay más casos así, normalmente se protesta porque hay motivo.

El programa de EH Bildu apuesta también por consultas populares. ¿Sobre qué temas? Y ¿es un reconocimiento implícito de que en 2011-15 no se avanzó con decisión en este tema?

Las instituciones tienen que ser un mero instrumento para ejecutar la voluntad popular. No están las instituciones por un lado y el pueblo por otro, no, no. Las instituciones son una herramienta para el pueblo. Para eso hace falta que en las instituciones haya gente que quiera trabajar de esta manera, no basta con votar cada cuatro años y punto; hay que ir a hablar con los agentes, con los pueblos, generar debates, que se marquen prioridades, dar respuesta a las demandas... Es verdad que entonces igual no hubo tiempo para ejecutar consultas en el día a día, pero tiene que estar encima de la mesa: consultas desde las instituciones o desde la propia ciudadanía. Y convertir el resultado en vinculante, aunque igual legalmente no lo sea.

La incineradora está construida y pronto empezará a quemar, deja un presupuesto hipotecado, un conflicto enconado y hasta judicializado entre PNV y EH Bildu... ¿Cómo salir de ese atolladero?

EH Bildu siempre ha estado contra la incineradora por razones que son indiscutibles: perjudica a la salud, daña el medio ambiente, y encima lo han convertido en negocio privado en base a un servicio público básico. Es claro que siguiendo los criterios europeos hoy Gipuzkoa no necesita incineración. La gestión de estos años ha sido mala, opaca, no sabemos ni qué han firmado. Lo que queremos es entrar al Gobierno, informarnos de qué hay exactamente ahí, generar un debate basado en información cierta y finalmente adecuar los contratos e infraestructuras a lo que la mayoría de la ciudadanía guipuzcoana quiera. Parte de las instalaciones seguramente son válidas.

 

«Kafkianoa da oraindik presoen eskubideez aritu behar izatea»

23.000 boto, hori izan da EAJ eta EH Bilduren arteko aldea Gipuzkoan A28an. Gertu zaudete, baina buelta emateko urrutiegi agian? Edo ez da hori helburua?

Bai, noski, helburua da. Gure emaitzak oso onak izan dira; metaforikoki diogu sortu dugun olatu hori hazten joango dela eta M26an Gipuzkoa gobernatzera eramango gaituela. Hauteskunde ezberdinak dira, herritarrek beti adierazi dute hori, eta guk oso sentsazio onak ditugu: ilusioa, gogoa, indarra ikusten dugu inguruan.

Batak edo besteak irabazi, segurua da Gipuzkoako erakunde nagusietan zein udalerri txikietan gehiengo abertzale oso sendoa izango dela. Erabakitzeko eskubidearen alde, edo independentziaren alde ere, zer egin daiteke erakunde horietatik eta nola?

Erabakitzeko eskubidearen alde behin baino gehiagotan egin dugu legealdi honetan eta hortik aurrera jarraitu beharra dago. Eusko Legebiltzarrean estatus berriari begirako ponentzia lanean ari da eta Batzar Nagusietatik zein udaletxeetatik erabakitzeko eskubidearen aldeko apustu sendoa egitea dagokigu. Madrilera ere aldarrikapen horrekin joan gara orain.

Profil politiko hori faltan sumatu duzu Markel Olanorengan?

Keinu batzuk egin dira, eta hau ere baloratzeko modukoa da, baina askoz gehiago egin daiteke. Adibide gisa, hor dago gure Madrilgo apustua: katalanekin, galegoekin, beste herri batzuekin... Honetan bat egitea komeni da.

Aieteko Konferentzian anfitrioi izan zinen. Nola ikusten dituzu gero eman diren pausoak, zer dago egiteko eta zer egin daiteke Gipuzkoako Aldunditik?

Bi gauza daude egiteko. Bata, presoen aferari irtenbidea ematea. Aieten asko poztu ginen, bidea markatzen zelako, baina Madrilek eta Parisek ez dute jorratu presoen alorra. Ez soilik beren eskubideak errespetatzeko, hori aurreko gaia izan behar zelako. Kafkianoa da. Beste fase batean aritu beharko ginateke jada; nola egiten dugun preso eta kanpoan dauden guzti horiek gurekin egoteko, Gipuzkoa eta Euskal Errepublika eraikitzen. Eta bigarren kontua bizikidetzarena da; urratsak abiatu ziren –errezelo handiekin, normala da– baina inpresioa dut ez garela orain behar bezala aurrera egiten ari eta sektore batzuk gustura egingo luketela atzera. Borondatea dagoenean, gauzak egin daitezke, hor dago Errenteriako adibidea. Eta agintari politiko batentzat lan hori derrigorrezkoa dela iruditzen zait.R.S.