Imanol INTZIARTE
DONOSTIA
Entrevue
REYES CARRERE
CANDIDATA DE EH BILDU A LA ALCALDÍA DE DONOSTIA

«La ciudad marcha siempre, los verdaderos motores son la gente de asociaciones, clubes…»

Conocida por una exitosa trayectoria deportiva como jugadora y entrenadora de balonmano en las filas del Bera Bera, Reyes Carrere, vecina del barrio de Intxaurrondo, da el salto a la política como candidata de EH Bildu a la Alcaldía de Donostia.

Tras los cuatro años de la dupla que forman Eneko Goia y Ernesto Gasco, ¿cuál es su diagnóstico?

Tenemos una ciudad desequilibrada, y ese desequilibrio va aumentando. Por dar un ejemplo, las personas de Altza tienen una esperanza de vida cuatro años menor que las del Centro.

De setiembre a aquí hemos tenido del orden de 150 reuniones con diferentes agentes y asociaciones. Se hacen grandes inversiones en unos sitios, y en otros las cosas cotidianas quedan en entredicho.

Los integrantes del Gobierno municipal hablan de que está en juego «seguir avanzando» o «volver a la parálisis»…

PNV y PSE se tienen que bajar de ese pedestal. La ciudad marcha siempre, porque los verdaderos motores de Donostia son la gente que está en muchas asociaciones, grupos culturales, clubes deportivos…

Todas las encuestas coinciden en que la vivienda es el principal problema…

Es el problema que todo el mundo pone encima de la mesa, ¿dónde vivir? Planteamos dos tipos de medidas, unas a corto plazo y otras más a largo plazo. A corto plazo, aplicar la Ley Vasca de Vivienda, que está congelada. Empujar para que la liberen y que podamos sacar al alquiler aquellas viviendas que llevan dos años vacías. Otra solución es recuperar la norma de limitar a la primera planta los pisos turísticos. A largo plazo, Donostia tiene que empezar a hacer un parque público de alquiler.

El turismo y su incremento son otro de los temas calientes en la ciudad…

Forma parte de qué tipo de modelo de ciudad queremos construir. El Gobierno está vendiendo lo que es la postal de La Concha y un producto, que somos los propios donostiarras: sus calles, sus viviendas, su manera de ser, el euskara desapareciendo de las calles… ¿En qué medida afecta a la convivencia?Argumentan que es una actividad que genera dinero. Esa es una parte, pero la otra es que esa misma actividad choca con los derechos fundamentales de muchas personas. En EH Bildu abogamos por un tipo de turismo que respete los derechos de las personas y de la naturaleza.

¿Se está convirtiendo en una ciudad en la que vive gente mayor, con jóvenes que vienen de fuera a trabajar?

Si la actividad económica principal es el turismo, todo el mundo sabemos qué consecuencias tiene esto. Mucho empleo precario, y en muchos casos sectores muy feminizados. Hay que diversificar. La sociedad se está haciendo cada vez más mayor, y si los jóvenes se van fuera a buscarse un futuro, ese problema se agudiza.

La pasante del Topo está en construcción. EH Bildu siempre se ha mostrado en contra. ¿Cuáles son sus propuestas en el tema de la movilidad?

Planteamos una inversión para integrar todos los sistemas de transporte, DBus, Renfe y Euskotren, al que le añadiríamos cuatro líneas de buses rápidos. Y hay que hacer el intercambiador de Riberas de Loiola. Un sistema integral, aprovechando y optimizando lo que ya tenemos, tendría un coste de unos 200 millones de euros, que incluyen la cubierta de las vías desde Easo hasta Anoeta, así como completar la línea del Topo entre Altza y Pasaia.

¿Que diría a quienes etiquetan a EH Bildu como «los del no»?

EH Bildu es de hacer. Yo creo que, vista desde fuera, la de EH Bildu –con Juan Karlos Izagirre como alcalde– fue una legislatura en la que se hizo muchísimo. Lógicamente, en algunos aspectos también decimos que no, porque no estamos de acuerdo.

No se habla de ello en campaña, pero en Donostia hay un colectivo de personas que hacen cientos de kilómetros para ver a sus familiares presos…

Es un tema vergonzoso que una serie de familias tenga que pagar porque alguien ha decidido que tienen que pagar. Nuestra postura es clara, esas personas que están fuera de nuestra casa tienen que volver a casa.

¿Está perdiendo impulso el uso del euskara?

El euskara no es un tema de cultura, es un tema de identidad. Es un elemento muy diferenciador y tiene que ser transversal. La presencia del euskara en el paisaje de la ciudad se está perdiendo. Tenemos que empujar y pelear para que el aprendizaje del euskara sea gratis.