El último intento de la primera ministra británica, Theresa May, de poner fin a meses de bloqueo parlamentario sobre su acuerdo de Brexit parece condenado al fracaso, tras decepcionar tanto a proeuropeos como a euroescépticos. En una intervención ante la Cámara de los Comunes, May presentó el plan avanzado la víspera, cuyo texto será publicado mañana. «Rechácenlo y todo lo que tendremos ante nosotros será división y estancamiento», dijo a los diputados.

Ante la creciente rebelión interna en su partido, la primera ministra ya prometió dejar el cargo tras esta nueva votación, sea cual sea su resultado.

Haciendo concesiones que rompen con algunas líneas rojas que ella misma se marcó hace dos años, May planteó la posibilidad de que los diputados decidan sobre la convocatoria de un segundo referéndum y sobre una unión aduanera temporal con la UE. También garantías sobre los derechos de los trabajadores y la protección del medio ambiente. Son todas reivindicaciones presentadas por el Partido Laborista durante las seis semanas de negociaciones que el viernes terminaron en fracaso. Pero no bastaron para convencer a su líder, Jeremy Corbyn, que las consideró integradas de forma deficiente. Es «poco más que una versión aderezada de su acuerdo rechazado tres veces. Puede que la retórica haya cambiado, pero el acuerdo no lo ha hecho», señaló el laborista.

La «nueva» propuesta de May tampoco convence a los conservadores defensores de un Brexit duro, que ya se rebelaron en anteriores votaciones y a quienes la negociación con los laboristas enfureció aún más. Algunos intentan convencerla de no someter el plan al Parlamento para evitar otra humillación. El ministro de Medio Ambiente, Michael Gove, dio a entender que la decisión se podría revisar: «Creo que en el transcurso de los próximos días reflexionaremos sobre la forma en que la gente ve la propuesta que se ha presentado».

Y uno de los más fervientes opositores a May y a su acuerdo entre sus propias filas, el exministro de Exteriores Boris Johnson, fustigó la idea: «El proyecto de ley va en contra de nuestro programa, no votaré por él».

Los británicos, empobrecidos por sus gobiernos

La ONU ha denunciado el empobrecimiento de la población británica causado por las políticas de austeridad. En un informe publicado ayer, indicó que millones de británicos han sido empujados a la pobreza por un Gobierno que ha actuado por motivos ideológicos.

La quinta parte de la población del país, unos 14 millones de personas, vive en la pobreza y a pesar de sus trágicas consecuencias, «las medidas de austeridad retrógradas, introducidas desde 2010 por los conservadores se mantienen a un ritmo continuo en clara violación de las obligaciones en materia de derechos humanos», señala la ONU, y no se han corregido ni con el crecimiento económico ni con el aumento del empleo.

«Cerca del 40% de los niños vivirán en la pobreza en 2021; los bancos de alimentos proliferan; el número de los ‘sin techo’ aumenta enormemente; la esperanza de vida cae en algunos grupos y el sistema de ayuda judicial ha sido diezmado», constata el informe, que lamenta que «el Gobierno insiste en negarlo».GARA