Los mercados sufrieron ayer pérdidas generalizadas como reflejo de que la situación de la guerra comercial va de mal en peor. A estas alturas, solo el Gobierno estadounidense parece estar conforme con seguir la política de presión contra las empresas chinas y Pekín. De nuevo, saltaban las alarmas sobre las nefastas consecuencias para la recuperación global que ya está teniendo la estrategia de Donald Trump, que castiga también a los consumidores de Estados Unidos, tal como revelaba la Reserva Federal de Nueva York. Desde el FMI se criticó, aunque sin cita expresa, el camino emprendido por Estados Unidos para tratar de equilibrar la balanza comercial con China.

En Europa, los inversores volvían a decepcionarse con los datos macroeconómicos. Las actividades de manufactura y servicios en la eurozona, según los índices PMI de mayo, bajaron respecto al mes anterior, cuando se esperaba un repunte. También defraudó el índice IFO de confianza empresarial en Alemania: retrocedió hasta los 97,9 puntos desde los 99,2 puntos de abril.

En este contexto, el Ibex no pudo evitar el azote de las ventas. Terminó con 9.114 puntos, tras dejarse un 1,28%. Las plazas europeas sufrieron mayores caídas. París cedió un 1,82%, Fráncfort, un 1,78%, y Londres, un 1,41%. En Nueva York, media hora después de cerrarse las negociaciones en Europa, todos sus índices de referencia presentaban pérdidas superiores al 1,50%. En el Ibex, solo IAG (+0,97%) y Cellnex (+0,20%) lograron avances. Los peores eran Técnicas Reunidas (-5,10%), Siemens Gamesa (-4,60%), ArcelorMittal (-4,45%) y Ence (-4,21%). Destacó el descenso de Repsol (con un -3,51%), mientras que Inditex, Santander y BBVA sufrieron recortes superiores al 1% en sus cotizaciones.