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LONDRES

May retrasa la votación de su plan entre rumores sobre su inminente dimisión

Theresa May se resignó ayer posponer la cuarta votación parlamentaria sobre su acuerdo de Brexit, tras las duras críticas emitidas tanto por los conservadores euroescépticos, cada vez más determinados a empujar a la primera ministra a una rápida dimisión que ya se preveía inminente, como de la oposición laborista.

La primera ministra británica, Theresa May, se vio forzada a suspender la votación prevista sobre su proyecto de Brexit, el cuarto intento de aprobarlo en el Parlamento, en un ambiente que auguraba su fin al frente del Gobierno. El plan recibió un aluvión de críticas, tanto de la oposición laborista con la que May fue incapaz de negociar un acuerdo sobre la futura relación con la UE, como de los más euroescépticos de su propio partido. La dimisión de la ministra encargada de las relaciones con el Parlamento, Andrea Leadsom, –se suma ya a una treintena de renuncias en el Ejecutivo–, agudizó el miércoles la crisis de debilidad de la primera ministra, a la que se le van cerrando todas las posibles salidas.

El proyecto que May pretendía votar no figura en el programa legislativo que el Gobierno comunicó a los parlamentarios y no se sabe cuándo llegará a Westminster. El representante del Gobierno ante la Cámara, Mark Spencer, señaló que el Ejecutivo lo comunicará tras la pausa parlamentaria prevista hasta el 4 de junio.

May dio este paso atrás el mismo día en que Gran Bretaña y el norte de Irlanda celebraban las elecciones a la Eurocámara, una votación que los brexiters habían querido evitar y en la que los tories previsiblemente sufrirán una dura derrota.

La propuesta de May al Parlamento preveía la posibilidad de un segundo referéndum sobre el Brexit y sobre el mantenimiento temporal de una unión aduanera, con lo que intentaba tentar a los diputados laboristas, pero también a los partidarios de permanecer en la UE que albergaran alguna esperanza de un resultado distinto en la consulta. Oferta supeditada, eso sí, a aceptar su plan de Brexit.

Pero enfureció a los euroescépticos de su partido. El «comité 1922», encargado de la organización de los tories, debatió un posible cambio del reglamento que permita expulsar de inmediato con una moción de censura a la primera ministra.

El comité podría sellar la salida definitiva de May en la reunión que mantendrá hoy con la primera ministra. Sin embargo, el ministro de Exteriores, Jeremy Hunt, aseguró que May seguiría aún en su puesto para recibir al presidente estadounidense, Donald Trump, en su visita entre el 3 y el 5 de junio.

Bruselas advierte

Bruselas advirtió a los conservadores de que no volverán a negociar el acuerdo, quienquiera que sustituya a May. «Nuestra posición es clarísima, el acuerdo de retirada no puede ser reabierto ni renegociado», declaró el portavoz del Ejecutivo comunitario, Margaritis Schinas.

A su vez, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, criticó los intentos de apartar a la primera ministra en lugar de concentrarse en lograr un pacto. «Lo que no me gusta del debate británico es que parece más importante sustituir a la primera ministra que alcanzar un acuerdo entre ellos», indicó Juncker. May es «una mujer que sabe cómo hacer las cosas, pero es incapaz de tener éxito en hacerlas», añadió.

Victoria socialdemócrata en Países Bajos, según sondeos

Los sondeos a pie de urna dieron una sorprendente victoria del Partido Laborista en las elecciones al Parlamento Europeo que se celebraron ayer en Países Bajos. El Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD) del primer ministro, Mark Rutte, habría quedado segundo, de acuerdo con dichas estimaciones. Con ello, se habría evitado la amenaza del ultraderechista Thierry Baudet y su Foro para la Democracia (FvD), que aspiraban a alzarse con la primera plaza. De confirmarse, la victoria de los laboristas neerlandeses reforzaría la posición del candidato de la socialdemocracia europea, Frans Timmermans, para sustituir a Jean-Claude Juncker al frente de la Comisión Europea.

Tras este inicio de los comicios europeos en Gran Bretaña, norte de Irlanda y Países Bajos, algo más de tres millones de personas están llamadas hoy a las urnas en Irlanda para participar en las elecciones europeas y locales, así como en un referéndum convocado por Dublín para suavizar la actual ley del divorcio.GARA