El Consejo de Gobierno fijó ayer las directrices económicas de su proyecto de presupuestos para 2020, que en breve contrastará con los grupos de la oposición, anunciando que con ello pretende evidenciar su voluntad de llegar a acuerdos. Esa ronda no se hacía hasta que en octubre el esbozo de las cuentas estaba ya aprobado, pero Urkullu gobierna ahora con presupuestos prorrogados y sobrevuela la idea del adelanto electoral.

En todo caso, la principal novedad anunciada ayer por el consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, es que el Gobierno pretende dar «un salto cualitativo en lo que a enfoque de género se refiere». Explicó que «hasta ahora, los informes de género se realizaban una vez definido el presupuesto», pero tras la visita oficial realizada a Islandia, se ha planteado establecer un cambio importante: los informes de impacto de género que han de hacer los departamentos habrán de ser previos a la definición del presupuesto, de cara a optimizar recursos y poder valorar con más precisión el impacto transversal de las políticas públicas en esta cuestión».

Negociaciones

El consejero anunció que va a contactar con la oposición de inmediato para explicarles cuáles son los planes presupuestarios del Gobierno y tratar de conocer sus primeras posiciones.

Sobre estas cuentas vuela la idea de que un rechazo conllevaría un adelanto electoral.