Iñaki LEKUONA
Periodista
AZKEN PUNTUA

Menos ciudadanos

Emmanuel Macron, en un nueva pose antifascista, ha advertido a Ciudadanos de que si quiere entrar en su club liberal europeo no puede aliarse con Vox. Y es que en Francia todavía escuece el periodo colaboracionista, lo que no quita que la extrema derecha francesa esté en auge como lo estuvo justo antes de la segunda gran guerra. Quizá por ello, porque la sociedad francesa es profundamente reaccionaria, Macron no pone reparos a la vertiente más represiva del Estado: desde que reventara la crisis de los chalecos amarillos, se han interpuesto 265 denuncias por violencia policial, 34 de ellas por periodistas que cubrían las movilizaciones y que recibieron hostias como panes.

Todo un récord para un presidente de discurso antifascista cuyo ministro de Interior, Christophe Castaner, ha desempolvado aquel viejo argumentario rodolfomartinvillista según el cual «lo nuestro serán errores, lo otro crímenes» y que eso de las «violencias policiales» es un invento del izquierdismo. O del separatismo, como se diría en Madrid, que se ha absuelto a sí misma de la represión vivida hace un par de años en Catalunya y que acaba de interpretar un juicio cuya sentencia ya se conoció desde el primer día. Como también se sabe que, al final, Macron terminará por abrazar a los de Rivera, por mucho que cada día sean más C’x. Porque cada vez somos menos ciudadanos, importamos menos.