Nerea GOTI
HUELGA EN ATENCIÓN PRIMARIA DE OSAKIDETZA

MÉDICOS Y PENSIONISTAS JUNTOS POR UN SISTEMA PÚBLICO DE CALIDAD

PROFESIONALES DE LA ATENCIÓN PRIMARIA ALCANZARON SU TERCER DÍA DE HUELGA CON UNA MULTITUDINARIA MANIFESTACIÓN EN GASTEIZ, ARROPADOS ESPECIALMENTE POR EL MOVIMIENTO DE PENSIONISTAS. UNOS RECLAMARON MEDIOS PARA ATENDER MEJOR Y OTROS RECORDARON QUE UN SISTEMA PÚBLICO DE CALIDAD ES «JUSTICIA SOCIAL E IGUALDAD».

Es habitual que colectivos de trabajadores secunden huelgas para reclamar mejoras en sus condiciones laborales, pero no lo es tanto que trabajadores de un servicio público entren en la tercera jornada de huelga para reclamar medios para poder trabajar mejor y ofrecer la calidad asistencial que requiere algo tan delicado como la salud de las personas. Hablan de agendas sobrepasadas, ratios de pacientes altísimos, problemas con la formación y con la informatización del servicio, contrataciones precarias... y, en paralelo, una sociedad más envejecida, con los problemas específicos de cada tiempo, adicciones...

Como relatan en un manifiesto, la situación ha sido durante mucho tiempo tema de conversación del café, de reuniones y cenas. «Nadie se explicaba cómo podíamos aguantar y no había quien hiciera algo al respecto», señalaron. Ayer no solo salieron a la calle profesionales de administración, pediatría, medicina de familia, enfermería y hasta residentes, convocados por las centrales sindicales; también lo hicieron asociaciones de familiares y personas enfermas, y pensionistas, en una marcha multitudinaria por el centro de Gasteiz que algunos viandantes saludaron con aplausos.

El emplazamiento es al Gobierno de Lakua y el mensaje es nítido cualquiera que sea la especialidad al frente de la Atención Primaria: «Así no se puede seguir, porque la falta de personal hace que no podamos atender algunas problemáticas como deberíamos y, si lo hacemos, es a costa de sobrepasar nuestros horarios y nuestras cargas de trabajo». Los sindicatos explicaron que hasta ahora Osakidetza ha respondido haciendo planteamientos de cara el periodo estival, pero sin dar respuesta «a los problemas de fondo».

Colas ante el mostrador

June Castro trabaja en administración en un centro de salud. Cuenta que están sobrecargados de trabajo. En su caso son el primer contacto del paciente, quienes trabajan ante colas de personas esperando delante de su mostrador, tramitan citas, las cartillas sanitarias y un «montón de gestiones que la gente no sabe y con un sistema que no va lento, sino lentísimo».

«Para hacer una tarjeta sanitaria a una familia de cuatro miembros te puedes tirar media hora», precisa tras comentar que reciben formación on line fuera de sus horas de trabajo y «con eso tienes que salir a la atención directa al paciente, cruzando los dedos para que no surjan problemas con el programa en cuestión y que el bloqueo sea aún mayor».

A Amaia Etxebarria, enfermera, le gustaría que se entienda que, además de poner una inyección, curar, poner vendajes... realizan una labor muy importante haciendo prevención, educación e informando. «La gente cada vez es más mayor, hay muchos problemas con los pluripatológicos, los crónicos... Pero también hay centros, como en el que trabajo yo, en el que la población es gente joven, en muchos casos de origen migrante; hay chavales de 14 años que van a ser adultos en nada y hay problemas con el alcohol, con drogas, enfermedades de transmisión sexual... Y en enfermería podemos hacer una labor muy importante de educación y de prevención en estos temas, como con la diabetes, con la hipertensión...».

Alberto Muguruza, médico de familia, explicó que llevan tiempo trabajando «en una situación deplorable», dedicando su tiempo personal a casos a los que no llegan en horario de consulta. «La población está envejeciendo, tenemos que abordar al paciente desde varios puntos de vista y eso requiere más tiempo», comentó. Se suman los problemas con las sustituciones y con el recambio que viene por «un montón de jubilaciones», porque en las condiciones actuales hay profesionales que prefieren dedicarse a otras especialidades, «como trabajar en un hospital, en mutuas, volver a preparar el MIR y hacer otra especialidad, puesto que estamos hablando de contratos más estables, de mayor duración».

La situación no es mejor en pediatría, ámbito en el que es común duplicar y hasta triplicar agendas, según relató Rubén García, que indicó que sigue habiendo vacantes no cubiertas, contratos de un año que conllevan «una semana aquí y otra allí, cambios de centro de hoy para mañana...». Apuntó también a la falta de tiempo para cubrir tareas como el trabajo con los residentes, que marcharon ayer con pancarta propia. «Nuestros tutores no tienen horas para dedicarnos», comentaron estos, al tiempo que expusieron que, en muchos casos, no se respetan las horas de descanso establecidas.

Declaraciones

«Hay residentes que tienen que cubrir turnos en vez de contratar sustitutos. La urgencia se cubre con residentes»

ISABEL

Médicos residentes

«Cada vez tenemos agendas más sobrecargadas y además tenemos que cubrirnos duplicando agendas»

RUBÉN GARCÍA

Pediatra

«Cuando algo requiere más tiempo, se lo estamos dedicando saliendo más tarde de la consulta»

ALBERTO MUGURUZA

Médico de familia

«Hay enfermeras con más de 3.000 pacientes y diez minutos, así es difícil hacer prevención, información...»

AMAIA ETXEBARRIA

Enfermera

«Somos la puerta de la atención a los pacientes, hacemos tarjetas sanitarias y más gestiones que no se conocen»

JUNE CASTRO

Administrativa