Maider IANTZI
ACAMPADA DE LAS LIMPIADORAS DE JUZGADOS Y COMISARÍAS

CUATRO ESTACIONES DE HUELGA CONTRA LA BRECHA SALARIAL

POCO SE HABLA DE LO QUE HAY DETRÁS DE UNA HUELGA DE SEMEJANTE ENVERGADURA, DE LAS CONSECUENCIAS QUE TIENE EN LAS VIDAS DE LAS TRABAJADORAS Y SUS FAMILIAS. A PESAR DE SER UNA DE LAS MÁS LARGAS DE GIPUZKOA, NO HA TENIDO LA REPERCUSIÓN QUE SE MERECÍA... HASTA QUE HAN ACAMPADO EN EL BOULEVARD DONOSTIARRA.

Sofía Rodríguez, trabajadora de la comisaría de Oiartzun, y Amaia Pintado, responsable de limpieza de ELA, han entrado en el turno de las 8.00. Tienen que estar hasta las 14.00, pero seguramente se quedarán más tiempo. Las 80 limpiadoras de juzgados y comisarías de Gipuzkoa se han organizado así para que siempre haya alguien en la acampada de Donostia. La verdad es que nunca falta gente.

El lunes, el primer día junto al kiosko del Boulevard, recibieron la visita de una representante de Las Kellys (camareras de pisos) llegada de Canarias. También se han acercado trabajadores que limpian las calles, las empleadas de la biblioteca Ubik, de las residencias de Gipuzkoa... «Está viniendo mucha gente, estamos recogiendo adhesiones y, dentro de nuestra difícil situación, estamos muy contentas con los resultados de la acampada», comenta Rodríguez.

Sostenidas por la caja de emergencia de ELA, con el apoyo también de ESK, LAB y UGT, llevan ya nueve meses en huelga con una clara reivindicación: terminar con la brecha salarial de este colectivo, compuesto en su inmensa mayoría por mujeres, respecto a los compañeros (en su mayoría hombres) de la limpieza viaria. En los juzgados la brecha es de un 7% y en las comisarías, de un 13%. «Es una huelga totalmente feminista».

Lamentan que el Gobierno de Lakua, que ha adjudicado los servicios de limpieza a Garbialdi, niega esta brecha y ni siquiera se ha reunido con las trabajadoras. «Ahí siguen los políticos, hablando de la igualdad. Pueden empezar por su propia casa».

Estarán acampadas en el Boulevard hasta este mediodía, con música, buen ambiente, información y, sobre todo, apoyo social. «Vengo a daros un abrazo», les ha dicho un ciudadano ofreciéndoles dinero para un café. «Os he escuchado y he venido a animaros», les ha comentado otra. «Estamos luchando por algo tan de justicia que la gente se identifica con nosotras», indican.

La iniciativa también les ha servido para estrechar lazos entre ellas, ya que están «atomizadas» por comisarías y juzgados de Gipuzkoa. Están compartiendo y también se están riendo.

La familia entera en huelga

«Nos está subiendo el ánimo», admite Sofía Rodríguez. Están haciendo huelga tanto ella como su pareja; tienen un niño, que es consciente de la situación. En Navidades se quedó sin regalo y renunció a un viaje. «Nos dijo que no estamos para eso», cuenta emocionada.

«Ha habido muchos altibajos porque hemos vivido enfermedades, cumpleaños... Hemos pasado las cuatro estaciones en la calle. Nos hemos disfrazado, hemos tocado la tamborrada, hemos hecho marchas... Vamos aguantando porque nos animamos unas a otras», relata.

Denuncia que en estos diez años no les han subido ni el IPC y que el Gobierno ha seguido renovando a Garbialdi sabiendo cómo estaban. La representante de ELA añade que, en lugar de mejorar las condiciones de estas mujeres, las pisotea. «Hemos recibido dos decretos de limpieza extraordinaria. Pretende poner los contadores a cero y que nuestra huelga no tenga valor».

Remarca que han realizado muchos movimientos para llegar a un acuerdo. «Estamos dispuestas a finalizar el conflicto si se resuelve el 75% de esta brecha y terminar el 25% restante en la siguiente negociación. Pero la empresa y el Gobierno no tienen voluntad». No piden nada «que no se pueda conseguir»; están fuertes y hasta lograr un acuerdo seguirán adelante.