Los líderes de la Unión Europea (UE) dieron inicio ayer a una cumbre con pocos visos de lograr un acuerdo sobre la renovación de los principales cargos de las instituciones comunitarias, como la Comisión y el Consejo europeos, para el nuevo ciclo. La propuesta debe ser presentada en el Parlamento Europeo en el momento de su constitución, el próximo 2 de julio.

Los dirigentes europeos ya preveían a su llegada a la cumbre ayer que es posible que de esta reunión no salga todavía una propuesta ante a falta de consenso para suceder a Jean-Claude Juncker en la Presidencia de la Comisión Europea, a Donald Tusk en la del Consejo Europeo, a Antonio Tajani en la del el Parlamento Europeo, a Federica Mogherini como jefa de la diplomacia europea y a Mario Draghi como presidente del Banco Central Europeo (BCE).

Donald Tusk siguió con su ronda de contactos durante la jornada al ser el encargado de encontrar un acuerdo entre los jefes de Estado y de Gobierno, acuerdo deberá respetar los requisitos de paridad y equilibrio geográfico.

La intención es lograr un consenso y resulta difícil pensar que se pueda alcanzar un acuerdo que no cuente con el apoyo de París y Berlín. Cargos como la Presidencia del Ejecutivo comunitario también requieren el visto bueno de la Eurocámara.

Las delicadas negociaciones parecían estancadas anoche. Los líderes de los grupos Socialista y liberal-centrista Renovar Europa en el Parlamento Europeo anunciaron por la mañana que no apoyarían la candidatura del candidato del PPE, el alemán Manfred Weber, poniendo así fin a sus esperanzas de presidir la Comisión Europea, declararon a AFP el presidente del grupo de Verdes, Philippe Lamberts, y representantes del PPE, quienes no obstante, insistieron en que el grupo ha decidido mantener su candidatura.

El presidente francés, Emmanuel Macron, había celebrado su retirada, pero la canciller alemana, Angela Merkel, se negó a darla por sentada.

Los otros dos contendientes son el neerlandés Frans Timmermans, candidato del grupo socialista, y la danesa Margrethe Vestager, propuesta por los liberales centristas.

Quien suceda a Juncker deberá conseguir el apoyo de 21 de los 28 líderes europeos y una mayoría de al menos 376 europarlamentarios.

Se atisbaba un acuerdo para el reparto de las cuatro cargos más importantes. El PPE, el primer grupo en el Parlamento, reclama la Presidencia de la Comisión Europea, que nadie cuestiona, pero deberá presentar otro candidato. Los liberales-centristas quieren la Presidencia del Consejo Europeo y los socialistas se quedarían con el puesto de jefe de la diplomacia europea y compartirían los cinco años del mandato de la Presidencia del Parlamento con los Verdes.