Koldo LANDALUZE
CRÍTICA «El secreto de las abejas»

Besos clandestinos

En esta su primera aventura en solitario dentro del formato largo, Annabel Jankel explora la doble moral que anidó en la sociedad en la década de los 50 y en torno a las relaciones homosexuales y lésbicas, una temática y una época que de manera soterrada fue descrita con gran precisión por el maestro del melodrama Douglas Sirk y que tuvo en “Lejos del cielo” (2002), de Todd Haynes, una precisa y muy interesante relectura del imaginario fílmico del firmante de obras tan magistrales como “Escrito sobre el viento” (1956).

Lamentablemente, lo que en “Lejos del cielo” podría funcionar como una valiente apuesta por explorar esa doble moral mediante múltiples matices, lo que se revela en “El secreto de las abejas” no es más que un folletín romántico cuya más que loable premisa dramática queda sepultada bajo el peso de un guion torpe y mecánico cuyo arco dramático reniega de las lecturas múltiples y se debate entre lo negro y lo blanco. La esforzada labor interpretativa de Anna Paquin y Holliday Grainge figura entre lo más reseñable de esta adaptación del best seller de Fiona Shaw que nos acerca a la relación clandestina que comparten en una pequeña localidad escocesa una doctora y una madre soltera, lo cual inspirará un coro de susurros a su alrededor.

Mediante un estilo academicista, no exento en ciertos tramos de una gran delicadeza y una cuidada plasmación visual, la cineasta se pierde por vericuetos innecesarios a la hora de plantearnos una historia sin matices, plana y excesivamente pendiente de gustar a todo el mundo por la vía fácil. Para colmo de males, la película adquiere su máxima torpeza en cuanto el título adquiere su significado dentro del detonante dramático. Es una lástima que teniendo los mimbres suficientes para llevar a cabo un proyecto de mayor empaque, todo se quede en un anodino territorio de nadie.