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LONDRES-TEHERÁN

Londres agita en el golfo Pérsico las aguas del conflicto de EEUU con Irán

La denuncia de Gran Bretaña de que Irán intentó interceptar un petrolero británico en aguas del estrecho de Ormuz, en la entrada del golfo Pérsico, aumentó la estrategia de tensión con Teherán que promueve EEUU, al día siguiente de que el Pentágono anunciara su plan de crear con aliados una fuerza militar de vigilancia frente a las costas de Irán y Yemen. Teherán negó el incidente denunciado por Londres, que sigue reteniendo el petrolero iraní en Gibraltar.

La denuncia por parte de Gran Bretaña y EEUU del intento de interceptar un petrolero británico en el estrecho de Ormuz por parte de fuerzas iraníes continuó alimentando la tensión frente a Irán, en el marco de la estrategia de «máxima presión» que pregona la Administración estadounidense. Teherán, sin embargo, negó que se hubiera producido el incidente.

Según la versión de Londres, el buque The British Heritage salía del golfo Pérsico cuando los iraníes trataron de impedir que navegase por el estrecho de Ormuz, lo que obligó a la intervención de la fragata HMS Montrose.

«Contrario al derecho internacional, tres embarcaciones iraníes intentaron impedir el paso de un buque comercial, el British Heritage, por el estrecho de Ormuz», señaló un portavoz de Defensa.

«Esto obligó al HMS Montrose a tomar posición entre las embarcaciones iraníes y el British Heritage y hacer una advertencia verbal a los barcos iraníes, que entonces se apartaron», añadió. El Ministerio pidió a las autoridades iraníes «que bajen (la tensión) de la situación en la región».

Irán lo desmiente

Estados Unidos se sumó a la denuncia, y un portavoz de su Comando Central, el capitán Bull Urban, confirmó que Washington está «al tanto de las informaciones» sobre el incidente.

Precisamente, EEUU dio a conocer la víspera de que está intentando formar una alianza militar con otros países aliados para vigilar el estrecho de Ormuz, frente a Irán, y el de Bab al-Mandad, frente a Yemen, argumentándolo por la supuesta amenaza iraní. El jefe de Estado mayor conjunto estadounidense, Joseph Dunford, indicó que su intención es que la alianza esté formada en unas dos semanas. Sin embargo, la Fuerza Naval de los Guardianes de la Revolución de Irán negó haber intentado impedir el paso del The British Heritage. «En las últimas 24 horas no ha habido encuentros inesperados con embarcaciones extranjeras, incluidas embarcaciones británicas», ha asegurado la Armada del cuerpo militar de élite, que añade que sus patrullas en el golfo Pérsico se llevan a cabo de acuerdo con «los métodos de rutina y las misiones ordenadas con inteligencia y precisión», aunque precisó que en el caso de recibir una orden de incautación de buques extranjeros, están preparados para «hacerlo de manera inmediata, firme y rápida».

Este incidente se suma a los ocurridos en la zona en las últimas semanas y que han aumentado las tensiones entre Washington y Teherán. El pasado 20 de junio Irán abatió un dron de la Armada de EEUU cuando, según Teherán, entró en su espacio aéreo para tareas de vigilancia, pero, según el Pentágono, el aparato se encontraba en misión de reconocimiento sobre aguas internacionales.

Además, Gran Bretaña retiene aún al superpetrolero iraní Grace 1 en Gibraltar, interceptado la semana pasada a petición de Estados Unidos, por supuestamente transportar petróleo a un refinería en Siria y violar las sanciones contra este país.

«Partimos de que no hay que incrementar más la tensión en torno a la situación en la región», señaló al respeto el Ministerio de Exteriores ruso, que agregó que la situación «ya se desarrolla por un guion dramático».

Detenido el capitán del barco iraní apresado en Gibraltar

A la vez que la tensión crece en el golfo Pérsico, Gran Bretaña añadió un peldaño más al conflicto al detener en Gibraltar al capitán y al primer oficial del petrolero iraní Grace 1, acusados de violar las sanciones dictadas por la UE sobre Siria. La Policía gibraltareña se incautó de diversos documentos y aparatos electrónicos señalando que «la investigación aún está en marcha y el Grace 1 continúa apresado».

La Marina británica abordó el pasado 5 de julio en el estrecho de Gibraltar al superpetrolero iraní ante la sospecha de que podía estar transportando crudo a una refinería siria. Los tripulantes –indios, paquistaníes y ucranianos– han sido interrogados como testigos. Además, el fiscal general de Gibraltar consiguió el pasado viernes una orden del Tribunal Supremo para ampliar el periodo de detención del barco durante 14 días.

El presidente de Irán, Hassan Rohani, advirtió a Gran Bretaña de que tendrá que afrontar las consecuencias por haber interceptado y confiscado el superpetrolero. Además, denunció que «los británicos son los iniciadores de la inseguridad en los mares y esperamos que no lo repitan porque propagarán la inseguridad en todo el mundo». Ayer, los Guardianes de la Revolución reiteraron que Washington y Londres «lamentarán amargamente» las consecuencias de esta retención y estimaron que «si el enemigo hubiera evaluado un poco las consecuencias no lo habría hecho».GARA