Raimundo Fitero
DE REOJO

El peluquín

No aparece el monstruo del lago Ness. Con Trump, el Brexit y los cameos del despiste del negocio de la familia Iglesias y la franquicia de Sánchez, vamos apurando las angustias por saber cómo acaban las plantillas de nuestros equipos. Los cuatro en primera. Multitud de derbis vascos. Y las mujeres reestructuran su Liga y parece ser que tendrán más ingresos por retransmisiones televisivas, lo que ayudará a que les suban los salarios a las jugadoras. El discurso de la capitana del equipo campeón del mundo, USA, Megan Rapinoe es una magnífica muestra del poder del fútbol femenino. Guardemos una prudente cuarentena.

Los que miramos al dedo y no la Luna, nos alimentamos de esas noticias que parecen inverosímiles, y que forman parte de nuestra vida desorganizada de tanto orden y regresión. Van encadenadas, y no encuentro la razón. Detienen a un pasajero de un vuelo procedente de Colombia en el aeropuerto de Barcelona con medio kilo de cocaína en su peluquín. Las fotos son sangrantes. Se ve a la legua que sucede algo en ese conejo aplastado y con volumen extraño. La gente hace cosas demasiado extrañas por ganarse un dinero rápido.

La Guardia Civil les toma los datos y pide la documentación y advierte al grupo de música Adebán, por cantar la popular canción popular “Arriba y Abajo”, donde la rima acaba con mandar a la monarquía «al carajo». Intervención directa de los números allí destacados. Serán aguerridos votantes de Vox, seguro, y como se trata de acumular expedientes represivos, uno más no importa. Van sucediendo estos abusos policiales, y se aceptan con una normalidad que no presagia nada bueno. La Ley Mordaza no está abolida. Son demasiados los que debajo del peluquín llevan toneladas de ideas retrógradas que aplican inmisericordemente.