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BERLÍN

Merkel reprocha a Trump unas palabras que van contra la «grandeza» de EEUU

La canciller alemana Angela Merkel cargó ayer contra los recientes tuits de Donald Trump contra mujeres parlamentarias procedentes de minorías estimando que son contrarios a la «grandeza» de EEUU. Lo hizo en su rueda de prensa antes del receso vacacional.

«Me distancio claramente» de estos ataques y «soy solidaria» con estas mujeres, dijo Merkel. «La fuerza de Estados Unidos reposa en el hecho de que gente de diferentes (orígenes) contribuye a la grandeza del país», afirmó la canciller, que tiene relaciones difíciles con el presidente Trump. Por ello, esos tuits de Trump atacando a las cuatro representantes del Partido Demócrata «son contrarios a la grandeza de Estados Unidos», alegó Merkel.

El lunes, la primera ministra británica, Theresa May, ya había considerado «totalmente inaceptables» las declaraciones de Trump sobre las congresistas demócratas de origen extranjero. El ministro británico del Interior, Sajid Javid, instó a las personalidades públicas a «moderar sus expresiones» para no contribuir a atizar las divisiones, y aseguró que a él, de padres paquistaníes, también le instaron a volver a su país cuando era niño.

En un tuit, el presidente estadounidense se preguntó, aludiendo a las parlamentarias, muy críticas con su gestión: «¿Por qué no vuelven y ayudan a arreglar los lugares completamente quebrados y plagados de crimen de donde provienen?». Trump no nombró a ninguna congresista, pero sus palabras fueron interpretadas como una alusión a Alexandria Ocasio-Cortez, de Nueva York; Ilhan Omar, de Minesota; Rashida Tlaib, de Michigan; y Ayanna Pressley, de Massachusetts.

Omar tildó el jueves de «fascista» a Trump después de que en un mitin republicano sus partidarios gritaran «¡Devuélvanla!» [a su país], en referencia a esta legisladora nacida en Somalia. Omar es la única de las cuatro parlamentarias que no nació en EEUU.

Merkel hizo ayer alarde de solidez, física y política, por encima de las especulaciones sobre su estado de salud y tras una semana en la que Alemania recuperó, tras 50 años, la presidencia de la Comisión Europea. «No hay un dominio alemán. Y se demuestra día a día. Las decisiones se adoptan por consenso o por mayoría cualificada. Alemania no decide nada por sí sola», zanjó Merkel, a una pregunta sobre una presunta superioridad alemana, formulada en su rueda de prensa de 90 minutos. Merkel admitió, a reiteradas preguntas en esa dirección, que previo a la votación (que Von der Leyen ganó por poco) hubo llamadas telefónicas «con todos los líderes europeos» y políticos de la familia conservadora.