Los senadores que estén presentes en Roma y no se hayan ido de vacaciones decidirán finalmente hoy la fecha de la moción de censura contra el primer ministro, Giuseppe Conte, tras la crisis que ha causado el ultraderechista Matteo Salvini en su intento de forzar comicios anticipados. Pero, entre disputas cruzadas, surgen voces que apuestan por truncar la aspiración del ministro del Interior.

El Partido Demócrata (PD) se muestra dividido entre la corriente más afín al ex primer ministro Matteo Renzi, quien apoya un Gobierno de unidad parlamentaria en un guiño al Movimiento 5 Estrellas (M5S), y los críticos con su figura, que quieren elecciones para no seguir dando alas al líder de la Liga, entre estos el secretario general del PD, Nicola Zingaretti, quien lo consideró «un regalo a una derecha peligrosísima que todos queremos detener».

El líder del M5S, Luigi Di Maio, se ha mostrado favorable a la convocatoria de comicios, pero antes busca aprobar una reducción del número de parlamentarios. Ayer aseguró que su partido no quiere llegar a acuerdos con Renzi, un político a quien ha culpado de que la situación económica actual de Italia se debe a su gestión como primer ministro, a pesar de que el fundador del partido, Beppe Grillo, había propuesto un «frente republicano» para «evitar que los bárbaros lleguen al poder», en referencia a sus hasta ahora aliados en el Gobierno.