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LISBOA

Portugal afronta un paro indefinido en el transporte

El Gobierno portugués ha decretado la situación de emergencia energética, al menos hasta el 21 de agosto, como medida extraordinaria ante una huelga en el sector del transporte que puede tener un especial impacto en el suministro de combustible. De hecho, muchas gasolineras ya estaban «secas» ayer, en la primera jornada del paro, debido a que los automovilistas han llenado los depósitos de sus coches en las jornadas previas.

El sindicato de los transportistas de materias peligrosas de Portugal, que iniciaron ayer una huelga que afecta al suministro de combustibles, anunció que dejarán de cumplir los servicios mínimos al considerar que su paro fue saboteado en las primeras horas. Así lo comunicó el portavoz de los huelguistas, Pedro Pardal Henriques, quien, tal como recogió la agencia Efe, remarcó ante los periodistas que estaban «molestos» porque varios camiones cisterna con combustible comenzaron a operar antes de las 7.00, hora local (8.00 en Euskal Herria), cuando inicialmente estaba previsto que los servicios mínimos comenzasen una hora más tarde.

Los transportistas convocaron la huelga indefinida en protesta por el incumplimiento por parte de la patronal del sector, Antram, del acuerdo firmado hace cuatro meses para incrementar los salarios de los trabajadores.

La Guarda Nacional Republicana (fuerza de seguridad de carácter militar) escoltó los primeros convoyes de camiones cisterna para reabastecer cientos de gasolineras que ya estaban “secas” debido a que un buen número de automovilistas se habían anticipado a la huelga para llenar los depósitos de sus vehículos. Y eso que muchos también cruzaron la frontera para abastecerse en estaciones de servicio del Estado español, en las que, además, el combustible es más barato.

En las primeras horas de ayer, había 430 gasolineras sin gasolina o gasóleo, lo que supone cerca del 15% del total de puestos de repostaje del país.

Según constató AFP, al menos un convoy con protección policial salió de un importante centro de distribución de combustible de Aveiras, en las afueras de Lisboa, sin que fuera bloqueado por un piquete formado por una treintena de camioneros que se encontraban a las puertas de la instalación.

Los sindicatos acusaron a las compañías de transporte de «sobornar» a los conductores y subrayaron que ese reparto «no estaba previsto» y que tampoco habían sido «identificados» quiénes conducían los vehículos. «Son todos esquemas ilegales para intentar desmovilizar a los conductores», subrayó el citado portavoz, quien aseguró que los conductores «están siendo amenazados para ir a trabajar» y en algunos casos «sobornados». «Les están ofreciendo 1.200 euros para que trabajen durante la huelga», añadió.

Servicios mínimos

El eventual incumplimiento de los servicios mínimos había sido fijado por el Gobierno como línea roja para intervenir la huelga y desplegar a agentes de las fuerzas de seguridad y militares para que conduzcan los camiones cisterna.

Además, el Ejecutivo del socialdemócrata António Costa (PS) había advertido de que no descartaba recurrir a la requisición civil, un instrumento legal extremo que obliga a trabajar a los huelguistas que sean necesarios para asegurar el funcionamiento de servicios esenciales.

Los servicios mínimos son del 100% para servicios prioritarios –como aeropuertos, puertos, servicios de seguridad, bomberos y emergencias médicas–, del 75% para transporte público y del 50% para el suministro general de ciudadanos.

El propio jefe del Gobierno estuvo supervisando la situación desde la sede de Protección Civil, a las afueras de Lisboa, para seguir en tiempo real el impacto del paro y el cumplimiento de los servicios mínimos decretados. «Hasta el momento la huelga ha transcurrido con normalidad», señaló Costa tras estar reunido allí durante una hora.

La economía alemana camina hacia una «ligera contracción»

Las exportaciones de Alemania alcanzaron los 106.100 millones de euros en junio, la cifra más baja en lo que va de año y que representa una caída del 0,1% respecto al mes anterior y de un 8% en comparación con junio de 2018, según los datos publicados por la Oficina Federal de Estadísticas (Destatis). Las importaciones sumaron 89.300 millones, su dato más débil desde diciembre, lo que supone un incremento del 0,5% en comparación con mayo, pero una caída del 4,4% interanual.

De este modo, el superávit comercial de Alemania alcanzó en junio los 16.800 millones de euros, frente a los 22.000 millones de hace un año. En términos ajustados, el saldo comercial positivo de Alemania se situó en 18.100 millones

Estas cifras anticipan «una ligera contracción» del PIB de la “locomotora europea” en el segundo trimestre del año tras la batería de malos datos macroeconómicos publicada en las últimas semanas, según indicó Carsten Brzeski, economista jefe de ING. Este subrayó que «la incertidumbre» por la guerra comercial EEUU-China está perjudicando a las exportaciones alemanas. GARA