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HONG KONG

Las protestas bloquean por segundo día el neurálgico aeropuerto de Hong Kong

La autoridad aeroportuaria de Hong Kong anunció por segundo día consecutivo la suspensión de todos los vuelos previstos para ayer después de que cientos de manifestantes opositores volvieran a ocupar la zona de facturación de la terminal, y apenas unas horas después de que se reanudasen las actividades en el aeródromo tras el bloqueo total de la víspera. China da muestras de creciente impaciencia ante el desafío de los jóvenes hongkoneses.

Octavo aeropuerto internacional con 74 millones de viajeros en 2018, el aeródromo Chek Lap Kok volvió a suspender todos sus vuelos y, desde hace cinco días, es el epicentro de una protestas que comenzaron a principios de junio para reclamar la paralización de una ley que autorizaba la extradición de sospechosos a la China continental y que tienen en el punto de mira ya a la anexión por parte de la China del PCCh de la antigua colonia británica.

Los manifestantes, que dan prueba desde hace semanas de inventiva en sus variadas formas de protesta, comenzaron el viernes una sentada en el hall de llegadas del aeropuerto con el objetivo de sensibilizar a los viajeros a favor de su causa.

El lunes, los acampados se dirigieron a la zona de salidas a bloquear los embarques, operación que han repetido desde primera hora de la mañana. «Estamos intentando detener los vuelos y, como ayer, bloqueamos toda la zona de salida para que quien quiera irse de Hong Kong no pueda hacerlo», explicó uno de los manifestantes, Joshua Wong.

«Camino sin retorno»

La jefa del Gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, advirtió de que las protestas han llevado a la ciudad a un «camino sin retorno» que podría «hundir a la sociedad».

Sobre las acusaciones de que la Policía disparó munición no letal el domingo a bocajarro dentro del metro o que hirieron a una chica en el ojo, Lam espera que el caso sea llevado ante el cuerpo que, según ella, conforma «el pilar del estado de derecho en Hong Kong». »Hemos oído muchos discursos de odio contra la Policía... Esto no es beneficioso para Hong Kong», alertó.

El bloqueo por segundo día del aeropuerto está generando sin duda momentos de tensión e indignación de algunos pasajeros, pero no faltan quienes, resignados por no poder embarcar, muestran su comprensión y su solidaridad con los manifestantes. «No podemos hacer nada, tienen derecho a protestar. Es su tierra y nosotros estamos de paso», señaló Nathan, un filipino que acaba de pasar cuatro días en la excolonia británica. «Estos manifestantes son las personas más adorables del mundo», aseguró Pete Knox, quien a sus 65 años lleva diez meses dando la vuelta al mundo en bicicleta. «Comprendo el fondo de sus movilizaciones, que apela a la libertad y la democracia, dos cosas capitales», añadió.

Tibor, un agente inmobiliario que vive desde hace años en Hong Kong y que espera desde el lunes la salida de su vuelo, les comprende porque «es indignante vivir en una sociedad en la que el Gobierno no dialoga con la población».

Tampoco faltan los que no ocultan su impaciencia. «Yo no tengo nada contra los manifestantes, pero son cinco horas de retraso en mi vuelo», se indignó Wing Au-yeng, en escala en Hong Kong para recoger a su madre antes de partir a Corea del Sur en familia. «Pueden hacer lo que quieran, pero no deberían castigar a la gente», dijo.