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WASHINGTON

Trump destituye a Bolton en pleno desacuerdo sobre el proceso afgano

John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de Donald Trump, se sumó ayer a la larga lista de altos cargos destituidos por el presidente de EEUU, quien subrayó los «fuertes desacuerdos con muchas de sus sugerencias». El cese de Bolton llega entre informaciones sobre discrepancias sobre la negociación con los talibanes.

El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció ayer el despido fulminante de su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, al subrayar sus «fuertes desacuerdos» con «muchas de sus sugerencias». «Anoche informé a John Bolton de que sus servicios ya no son necesarios en la Casa Blanca», informó Trump en su cuenta de Twitter.

«Estaba en desacuerdo con muchas de sus sugerencias, al igual que otros (miembros) de la Administración», justificó el mandatario, que colocó a Bolton en el cargo en abril de 2018. También el secretario de Estado, Mike Pompeo, afirmó que «en muchas ocasiones» estaba en desacuerdo con el asesor cesado.

Bolton es considerado uno de los asesores más duros de la Administración Trump, partidario de las estrategias más belicistas.

Exembajador de ante la ONU, donde se hizo famoso por su falta de tacto para la diplomacia, Bolton estimó «perfectamente legítimo» lanzar un ataque militar contra el arsenal nuclear de Pyongyang y ha sido considerado un «palo en la rueda» en las negociaciones entre EEUU y Corea del Norte.

«A Trump claramente le gusta el tono duro de Bolton, pero bajo la superficie hay diferencias. Trump está honestamente preocupado de que Bolton esté demasiado entusiasmado en comenzar una guerra, en vez de solo amenazar con una», indicaba el año pasado Thomas Wright, analista del Brooking Institution, quien apuntaba que en caso de que esa rivalidad se tornara evidente, el presidente Trump podría simplemente sacarse a Bolton de encima. El despido llega en un momento de especial tensión con Irán, un conflicto en el que Bolton es partidario de la «presión total» contra Teherán y en pleno desacuerdo con el presidente sobre la estrategia en Afganistán.

Tensiones sobre Afganistán

El pasado domingo, Trump había anunciado la cancelación de una reunión «secreta» en Camp David con altos mandos talibanes y al presidente afgano, Ashraf Ghani, y en medio de filtraciones acerca de supuestas divisiones en su Gobierno sobre cómo poner fin a casi 20 años de guerra en Afganistán.

La guerrilla talibán ha amenazado con intensificar su ofensiva en caso de que se confirme el abandono definitivo de las negociaciones anunciado por Trump y que EEUU justificó por el atentado del pasado jueves que acabó con la vida de 12 personas, entre ellas un soldado estadounidense, y que fue reivindicado por los talibanes.

El anuncio por parte de Trump de la suspensión definitiva de las negociaciones, –«en lo que me concierne, están muertas»–, señaló, abona los rumores sobre desavenencias en el interior de la Administración estadounidense. El propio Trump tuvo que salir al paso para desmentir informaciones de prensa que aseguran que el vicepresidente, Mike Pence, y el propio Bolton se oponían a recibir a una delegación talibán en Camp David. EEUU y los talibanes llevaban un año negociando en Doha, bajo los auspicios de Qatar, para poner fin a 18 años de guerra. Recientemente, se hizo público un borrador de acuerdo que preveía la retirada en 135 días de 5.000 soldados estadounidenses desplegados en el país centroasiático.

Esta reducción de tropas situaría la presencia militar ocupante en 9.000 efectivos, los mismos que había al final de la presidencia de Barack Obama. El acuerdo era considerado insuficiente por la resistencia talibán, que insiste en una retirada total, por lo que no se comprometió a un alto el fuego. Sí, en cambio, en prometer a EEUU que no dará refugio a organizaciones yihadistas como Al Qaeda (antigua aliada) y al Estado Islámico, esta última su gran enemigo y que está intentando con poco éxito sentar una wilaya (provincia) en el este del país.

EEUU ha gastado un billón de dólares y ha perdido a 3.600 soldados en una guerra de la que no sabe cómo salir.

El presidente supera su récord de ceses y dimisiones

John Bolton es el último de una lista de al menos 32 despidos o renuncias y que suponen un récord para un presidente de EEUU. Y en su puesto fue precedido por Michael Flynn, afectado por el caso de la trama rusa que solo duró 22 días en el cargo. Fue reemplazado por el general H.R. McMaster, criticado por Trump por haber estimado «irrefutables» las pruebas de la injerencia rusa en las elecciones. Rex Tillerson fue relevado como secretario de Estado tras meses de tensiones sobre la estrategia exterior; Jim Mattis dejó su puesto al frente de Defensa criticando la estrategia diplomática del presidente; la salida de Kirstjen Nielsen de Seguridad Interior el pasado abril mostró la intención de endurecer la política antimigratoria; la dimisión de Nikki Haley como embajadora de la ONU no contó con explicaciones claras y el director del espionaje estadounidense Dan Coats dejó su cargo hace menos de un mes, también entre desacuerdos con Trump. El influyente consejero Steve Bannon, el asesor económico Gary Cohn, el secretario de Medio Ambiente Scott Pruitt, y el de Justicia Jeff Sessions son otros de la larga lista de «caídos» en el mandato de Trump. GARA