El Tribunal Superior de Belfast dictaminó ayer que un Brexit sin acuerdo no contravendría los Acuerdos de Viernes Santo de 1998. .

Tres personas, entre ellas el activista Raymond McCord, alegaron ante el tribunal que un divorcio abrupto violaría los acuerdos y no hay ninguna ley que autorice al Gobierno de Boris Johnson a dar este paso, que sigue siendo una opción de cara al 31 de octubre.

Sin embargo, el juez Bernard McCloskey sentenció que «la caracterización del problema objeto de estos procedimientos es indudablemente política», por lo que aseguró que cualquier prueba referente a este tema «pertenece al mundo político, tanto nacional como supranacional»

Un abogado de McCord, Ciaran O’Hare, confirmó ante los periodistas que presentarán un recurso de casación ante la Corte de Apelaciones del norte de Irlanda y espera llevar también el caso al Supremo la próxima semana. «El plan es que todos los casos converjan en el Tribunal Supremo», aseguró O’Hare.

El proceso de Belfast es uno más de la cascada de recursos presentados en distintas instancias judiciales en contra de los planes de Johnson de aplicar un Brexit sin acuerdo el 31 de octubre.