«Estamos perdiendo la carrera sobre la emergencia climática, pero podemos ganarla», advirtió el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, al abrir la cumbre de la ONU sobre el clima, que reúne a unos 60 líderes mundiales, bajo presión de la juventud mundial que exige el fin de las energías fósiles y la reducción acelerada de los gases de efecto invernadero.

La activista sueca Greta Thunberg, de 16 años, convertida en símbolo de la juventud que exige acción urgente de los gobiernos, abrió la reunión con una dura bronca a los líderes. «Estamos al inicio de una extinción masiva y de lo único que podéis hablar es de dinero y de cuentos de hadas sobre un crecimiento económico eterno ¡Cómo os atrevéis!», lanzó la joven.

Arrancó el mensaje de manera personal, asegurando que no debería estar en la ONU hablando en nombre de los jóvenes sino que debería estar en el colegio, al otro lado del océano.

«Me han robado mis sueños, mi infancia con sus palabras vacías, sin embargo, tengo suerte, porque son muchos los que sufren, los que están muriendo», añadió.

«Cómo se atreven a mirar para otro lado, a venir aquí a decir que están haciendo suficiente. Dicen que nos escuchan, que entienden la urgencia pero (...) si realmente entendieran la situación no estarían sin hacer nada», acusó la joven activista.

La reunión tiene lugar en la víspera de la apertura de la Asamblea General anual de la ONU y en una semana de movilizaciones estudiantiles mundiales por la urgencia climática.

Según un balance realizado por la ONU unas horas antes de la apertura, un total de 66 países se comprometieron a alcanzar la neutralidad en carbono para 2050. Hasta ahora solo una veintena había registrado esta meta en sus objetivos o iniciado el proceso.

A estos 66 países se unen 10 regiones, 102 ciudades, 93 empresas y 12 inversores que buscan tener cero emisiones de gases con efecto invernadero para 2050, un objetivo fijado por científicos para contener el calentamiento de la Tierra a +1,5ºC, en relación al siglo XIX.

La cumbre, en la que grupos de países presentan sus avances contra este problema, está sirviendo también de escaparate para gobiernos y empresas, como la invitación del presidente francés, Emmanuel Macron, a sus homólogos de Chile, Sebastián Piñera, y Colombia, Iván Duque, a una reunión sobre la Amazonía; anuncios como el del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y la ONG Conservación Internacional para desbloquear cerca de 500 millones de dólares para la reforestación de selvas tropicales o incluso el de 19 grandes multinacionales del sector agroalimentario para «proteger la biodiversidad».

«La vida de nuestra Madre Tierra está en grave riesgo», alertó el presidente de Bolivia, Evo Morales, en un discurso en el que puso el capitalismo en el centro del problema y llamó a los países desarrollados a cumplir con sus promesas.

Laurence Tubiana, presidenta de la Fundación Europea sobre el Clima y una de las arquitectas del Acuerdo de París, subrayó «la tensión entre países que quieren avanzar para convertir sus metas en políticas verdaderas» y aquellos que no lo desean.

La desprotección no solo afecta al medio, sino a quienes lo defienden con menos impacto mediático que Thunberg. Al menos 164 activistas medioambientales murieron a manos de fuerzas estatales o parapoliciales en 2018, según Global Witness. Filipinas (30) y Colombia (24) son los países más peligrosos para los activistas ecologistas e indígenas, seguidos por India (23) y Brasil (20). Guatemala (16) ya que es el país con más muertos por habitante.

Macron intenta mediar entre Trump y Rohani

La 74 Asamblea General de la ONU comienza hoy con la expectativa por la posibilidad que dejó caer el presidente francés, Emmanuel Macron, sobre un encuentro entre el presidente de EEUU, Donald Trump y su homólogo iraní, Hasan Rohani, en Nueva York. Macron señaló que trabajaría para crear las condiciones de esas conversaciones tras hablar con Trump y Rohani por separado.

El presidente francés aseguró que el ministro iraní de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, había mostrado «apertura con condiciones» al encuentro. Zarif no cerró la puerta a las conversaciones con Estados Unidos pero advirtió de que «si es solo para una foto», sin resultados concretos, «no hará sino aumentar las dificultades económicas de los iraníes», en referencia a las sanciones económicas impuestas por Washington tras salir del acuerdo nuclear.

La Asamblea comenzará con el discurso del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que, excluido de la cumbre del clima, se propone exponer lo que considera la «verdad» sobre la Amazonía. GARA