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ELECCIONES LEGISLATIVAS EN PORTUGAL

Costa confirma su victoria en unos comicios con una alta abstención

El Partido Socialista logró la victoria en las elecciones legislativas de Portugal, aunque, con el 90% de los votos escrutados, no lograría la mayoría absoluta. En ese caso, necesitará el apoyo de algún socio para gobernar, aunque podrá elegir desde una mejor posición. La abstención superó el récord de hace cuatro años y se acercaba al 50%.

Con el 90% de los votos escrutados, el Partido Socialista de António Costa fue el claro vencedor en las elecciones legislativas de ayer en Portugal al lograr el 37,14%, si bien no le vale para alcanzar la mayoría absoluta. En la sede del PS recibieron estos resultados al grito de «¡Victoria, victoria!».

La derecha del Partido Social Demócrata (PSD) se situó en segundo lugar con el 29,95% de los votos, un resultado que suavizó los primeros datos que apuntaban a una diferencia aún mayor con los socialistas.

El Bloque de Izquierda logró un 8,86% de los votos y por detrás se situaron la Coalición Democrática Unitaria (5,63%), que agrupa a comunistas y verdes, la derecha del Centro Democrático y Social-Partido Popular (CDS-PP) (4,51%) y el ecologista Personas-Animales-Naturaleza (PAN, 2,64%). En cuanto a la participación, rondaba el 53%, lo que supone un récord de abstención, que superó el 44,14% registrado en 2015.

Al borde del mínimo necesario para entrar en el Parlamento se encontraban Iniciativa Liberal, la ultraderechista Chega (¡Basta!), Libre y Alianza.

El PS de Costa, de quien destacan su habilidad negociadora y carácter pragmático, quedaba cerca de hacerse con la mayoría absoluta de 115 diputados necesarios en la Asamblea de la República y precisará del apoyo de un socio para gobernar.

El resultado supone además un considerable aumento respecto a los 86 escaños con los que contaba hasta ahora y le refuerza a la hora de elegir socio de Gobierno entre uno de los partidos de izquierda. «Cualquiera sea el resultado, será necesario garantizar la estabilidad» del futuro gobierno, afirmó Costa poco antes del cierre de las urnas.

El primer ministro había logrado en 2015 formar un gobierno minoritario gracias al apoyo del Bloque de Izquierda y los comunistas. Un pacto sin precedentes apodado «geringonça» por sus oponentes, pero que le ha permitió acabar la legislatura de cuatro años. Ana Catarina Mendes, subsecretaria general del PS, habló de una «gran victoria para el PS» y una «derrota histórica» del PSD y CDS. Garantizó un «gobierno estable», sin aclarar con qué fórmula.

David Justino, vicepresidente do PSD, afirmaba que la horquilla de resultados que ofrecían las proyecciones podrían suavizar su derrota y hacerla menos dura de lo que pronosticaban los sondeos, pero admitió que no formaría parte de la «figura ridícula» de declaraciones en las que «todos ganan».

Jorge Pires, de la dirección del PCP reconoció un peor resultado que hace cuatro años para la coalición CDU, pero subrayó que con un PS sin mayoría absoluta, la formación ecocomunista «seguirá luchando por el aumento de salarios y de las pensiones, las guarderías gratuitas y por el derecho al trabajo».

Ines Sousa Real, número dos de la lista del PAN por Lisboa comentó las primeras proyecciones con una sonrisa, afirmando que «nuestro gran objetivo está alcanzado: el PAN conseguirá constituir un grupo parlamentario, en la peor de las hipótesis duplicando su representación».