La treintena de mujeres indígenas de Argentina que desde el 9 de octubre ocupaban la sede del Ministerio de Interior en Buenos Aires para exigir el fin de su criminalización y el respeto a los derechos de los pueblos originarios pusieron el sábado fin a su protesta tras lograr ciertos compromisos en relación a sus reivindicaciones.

Una delegación de estas mujeres se reunió el viernes con el secretario del Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, quien se comprometió a solucionar los problemas de acceso al agua para las comunidades y abastecerles de material que lo facilite.

Unos días antes habían mantenido una reunión con el ministro de Interior, Rogelio Frigerio.

Tras el cúmulo de promesas obtenidas, cuyo cumplimiento por parte del Gobierno saliente y del que se forme tras las próximas elecciones vigilarán, las mujeres mapuches, qom, guaraníes y de otros pueblos originarios de Argentina de la bautizada como «Rebelión de las flores nativas» decidieron levantar la ocupación tras 11 días de protesta para exigir el fin de siglos de explotación, discriminación y criminalización por parte del Estado «racista» y el respeto a sus derechos como pueblos indígenas frente a las empresas extractivistas.

«Somos dadoras y guardianas de la vida (…) y venimos a decirle basta a este sistema capitalista, racista y patriarcal que está poniendo en riesgo la vida del planeta. Nos toca a nosotras históricamente sostener y guardar la vida y la de nuestras familias, es por ello que el ensañamiento contra las mujeres indígenas es mayor (…) Nos están matando», señalaron. «Sembraron terricidio, cosecharán rebelión», advirtieron.