Paradojas del fútbol, un éxito deportivo puede provocar un desajuste económico con el que debe apechugar el club en cuestión. Es lo que le ha ocurrido a Osasuna, cuyos responsables no computaron –seguro que habrá debate en torno a si ello fue una negligencia o era un imprevisto de difícil cálculo– en los presupuestos del año pasado la posibilidad de un ascenso y las correspondientes primas a pagar.

La consecuencia principal, que las cuentas de la 2018-2019 tienen un agujero financiero cercano a los tres millones de euros, al que los socios compromisarios este próximo domingo deberán dar su visto bueno o negativo. En concreto, el montante total que ha tenido que abonar la entidad rojilla a la plantilla de la campaña pasada ha sido de 5,5 millones, cifra que se consensuó entre ambas partes el pasado mes de enero.

Si a ello le sumamos que Osasuna ha realizado durante este verano la más voluminosa inversión en fichajes de su historia –casi 14 millones–, no es de extrañar que se hayan visto incrementadas las deudas a corto plazo en 12,2 millones (suponen 22,2 millones) y reducido el patrimonio neto del club en 5,7 millones, pasando de 26,6 a 20,9 millones, según los datos que ha ofrecido en su último informe la actual Comisión de Control Económico.

¿Cómo digerirá la asamblea esas adversas cifras? Pues es toda una incógnita, sobre todo teniendo en cuenta lo que sucedió hace casi un año, cuando tumbó en primera instancia los presupuestos como reacción a la continuidad de Fran Canal en el puesto de director general, en una tensa reunión, con reproches personales incluidos, entre el abogado gallego y varios socios rojillos.

Hay que tener en cuenta que a finales del pasado mes de junio, Osasuna anunció que Canal pasaba a formar parte de la plantilla del club y está por ver si los compromisarios se toman esta decisión como un desafío de la actual junta directiva a la postura mayoritaria que hace un año decidió reprobarle de palabra. Que eso ocurra o no dependerá en gran parte de las formas y tono de quienes lleven el mayor peso de la asamblea.

En todo caso, un termómetro indicativo del nivel de beligerancia que pueden encontrarse los gestores rojillos en la reunión es el hecho de que ninguna socia o socio haya aprovechado el plazo previsto para incorporar algún punto propio en el orden del día. En principio, ello llevaría a pensar que la asamblea transcurriría por unos derroteros propicios para que la junta saque adelante sus propuestas sin gran oposición.

Beneficio de tres millones

Y es que hay sectores del osasunismo que opinan que gran parte de la masa social rojilla se encuentra en estos momentos bastante desmovilizada, entre otras razones por el gran momento deportivo que vive la entidad, un éxito que habitualmente suele eclipsar otras cuestiones relativas al club. Todo ello teniendo en cuenta que este domingo se va a poner sobre la mesa un presupuesto histórico en lo que se refiere a las cantidades económicas que se van a manejar. Nada menos que 56,7 millones que se tienen previstos ingresar, de los que 45,5 –más de un 80%– corresponden a las retransmisiones televisivas.

Es este concepto el principal argumento que esgrimirá la junta directiva para convencer a los socios de que en el actual ejercicio se podrán compensar las pérdidas obtenidas en el anterior, dado que se ha estipulado un volumen de gastos del orden de 53,6 millones, con lo que se prevé conseguir un beneficio bruto antes de impuestos de algo más de tres millones, una cantidad más o menos similar al balance negativo que se ha producido en las cuentas pasadas.

La renovación de la Comision de Control Económico será otro de los platos fuertes de la asamblea, dado que han transcurrido cuatro años de su última constitución y es obligatorio relevar a cuatro de sus miembros, pues el quinto está designado por Hacienda Navarra. Al parecer, ya existe un número de candidatos suficiente como para cubrir las plazas y todo estaría pendiente de si es necesario realizar una votación para elegir entre ellos.

Darko: «Me siento cómodo en mi nueva posición»

Jagoba Arrasate probó en Granada con un trivote, en el que Darko Brasanac ocupaba una de las posiciones adelantadas, partiendo de una zona más escorada a la izquierda. «Me vi bien y me siento cómodo ahí, pues ya he jugado antes. Es cuestión de entrar hacia dentro desde ese costado», confirmó el futbolista.

Incluso el balcánico tuvo la posibilidad de inaugurar el marcador con un disparo suyo a la media hora que tuvo cumplida respuesta en una gran intervención de Rui Silva. «Fue un lance en el que no tuve suerte y también pude tirar mejor. Me gusta llegar para finalizar y creo que, si sigo jugando ahí, voy a disponer de más ocasiones de gol, solo me hace falta un poco más de acierto», explicó.

Fortuna y efectividad. Son las dos palabras clave, a juicio del futbolista rojillo, para que Osasuna no haya anotado más goles, una parcela en la que la escuadra navarra encuentra su mayor déficit. «Creo que hemos merecido sumar más puntos, pero ello nos ha penalizado. No es culpa de los delanteros, todos tenemos que ayudar en ese aspecto y, de hecho, el otro día los centrocampistas dispusimos de más oportunidades», matizó.

Ahora tocará reponerse ante un Valencia que llega tras empatar en el Wanda y que «tiene una plantilla muy larga, con futbolistas de gran calidad, por eso habrá que estar al cien por cien y concentrados desde el minuto uno», advirtió Darko. N.M.