GARA
LONDRES

Hallados los cadáveres de 39 personas en un camión frigorífico en Essex

La Policía británica halló ayer 39 cuerpos en un camión frigorífico procedente de Bulgaria y arrestó a su conductor, un joven del norte de Irlanda. La subinspectora de Essex apenas desveló datos de la investigación y adelantó que esta será probablemente «larga». La prioridad ahora es la identificación de las víctimas.

El vehículo donde ayer fueron hallados los cadáveres de 39 personas –38 adultos y un adolescente– era un camión frigorífico, precisó el consejero delegado de la Sociedad de Camiones de Carretera (Road Haulage Association), Richard Burnett.

Remarcó que esta tragedia «pone de relieve el peligro que tienen las mafias de inmigrantes que introducen (en los países) a personas de manera ilegal en camiones». El camión apareció en un polígono industrial de la localidad de Grays, en Essex.

Burnett señaló que las condiciones en las que se encontraron esas personas fueron «absolutamente horrendas».

Las cámaras frigoríficas «son oscuras e increíblemente frías y las temperaturas llegan a alcanzar allí los 25 grados bajo cero si transportan productos congelados», lo que provoca que los humanos «pierdan la vida bastante rápido». Preguntado por cuál creía que habría sido la ruta seguida por el camión, respondió que podría haber viajado en ferry desde Cherbourg (Francia) hasta Rosslare (Irlanda) antes de conducir hasta Dublín y allí tomar, hipotéticamente, otro ferry hasta Holyhead (norte de Gales), desde donde se habría desplazado a Kent por carretera.

Opinó que el conductor habría optado por la vía de Cherbourg, en Francia, «porque es un puerto de bajo volumen en el que probablemente no hay las mismas medidas de seguridad que hay en Coquelles, Calais, por el elevado número de vehículos que pasan por ahí».

«Si se trata de alguien que quiere introducir de manera ilegal a un número significativo de personas, entonces, quizás, haya elegido Cherbourg porque por ahí es un poco más fácil pasar», manifestó. En los puertos de Calais y Dover, en cambio, «hay muchos más controles» como, por ejemplo, aparatos que detectan latidos de corazón o perros adiestrados, explicó. Las autoridades no revelaron el origen de las víctimas. La subinspectora del cuerpo policial de Essex, Pippa Mills, destacó que «la prioridad número uno» en estos momentos es su identificación.

La Agencia Nacional Contra el Crimen (NCA) apuntó que el número de migrantes introducidos en el país en contenedores de camiones «ha aumentado» en el último año, sin ofrecer cifras actualizadas. Señaló que el número de víctimas potenciales de tráfico de personas y esclavitud moderna ha crecido y en 2018 se registraron 6.993 casos, un 36% más que en 2017.

El suceso ha conmocionado a la sociedad británica, absorta en el rompecabezas del Brexit, y su primer ministro, Boris Johnson, se mostró «horrorizado». Su homólogo irlandés, Leo Varadkar, tildó las muertes de «tragedia humana». Grupos de activistas como la organización Stand Up to Racism han organizado para hoy una vigilia a las puertas de la sede del Ministerio británico de Interior.

En junio de 2000, 58 migrantes chinos fueron encontrados muertos por sofocación en la parte trasera de un camión en el puerto de Dover. El conductor neerlandés fue encarcelado.