Con el convencimiento de que «una amplia mayoría» de los ciudadanos y ciudadanas vascas comparten el deseo de la soberanía, los portavoces de Gure Esku, Amalur Álvarez y Josu Etxaburu, presentaron en Donostia la iniciativa que pondrán en marcha a favor del referéndum.

Se trata de una «iniciativa ciudadana» que tendrá como eje una recogida de firmas que esperan sea la más grande que se haya hecho nunca en Euskal Herria –hasta ahora la que más ha conseguido ha sido la campaña puesta en marcha en 1994 por Elkarri, con 250.000–, «con el objetivo de expresar que queremos decidir sobre nuestro futuro vía referéndum». Para ello, realizarán una fase de movilización entre mayo y junio.

La recogida de firmas, aclararon, se hará sobre un manifiesto (o varios) elaborado en conjunto con ciudadanos y ciudadanas y diversos agentes sociales y sindicales, que aún está por redactar. Los portavoces adelantaron, asimismo, que crearán espacios de trabajo en común llamados Elkarguneak. «Al fin y al cabo, esta iniciativa popular será un reto colectivo. Una acción colectiva. Porque son las acciones colectivas las que nos hacen a las personas verdaderamente poderosas para superar muros y vallas», expresaron.

Notables obstáculos

Álvarez y Etxaburu detallaron que, aunque la iniciativa será «de toda Euskal Herria», su desarrollo o contenido podrá variar en función de las realidades de cada territorio, y destacaron el carácter «diverso» que creen que tendrá el proceso.

Explicaron que las firmas recogidas tomarán dos direcciones: la institucional y la social. Así, trasladarán a las instituciones públicas vascas peticiones relacionadas «a la necesidad de legalizar el referéndum» y, del mismo modo, harán uso del Derecho de Petición en las instituciones de todo el país.

Los portavoces de Gure Esku agregaron que ya han comenzado a reunirse con diversos partidos políticos. «Será una petición de ley dirigida a nuestras instituciones; es decir, estará ligada a la necesidad de medidas legislativas y garantías políticas y jurídicas para hacernos con la herramienta de los referéndums», explicaron.

Son conscientes de que la vía institucional no estará libre de «obstáculos», como bien les recuerda la situación en Catalunya. Así, los representantes de Gure Esku creen que la sentencia contra los líderes independentistas catalanes trae consigo una «emergencia democrática» y la «criminalización» del derecho a la autodeterminación.

«No podemos traicionarnos»

A pesar de ello, o precisamente por eso, Etxaburu y Álvarez apostaron por seguir trabajando por el derecho a decidir: «Ante la involución antidemocrática, no podemos traicionarnos a nosotros mismos. Ahora, más que nunca, es el momento de aferrarnos a nuestras reivindicaciones y seguir trabajando en favor de la democracia». Y dijeron más: «Son tiempos para trabajar poniendo el foco en Euskal Herria: cohesionar la sociedad, construir redes y cooperar a través de la iniciativa ciudadana».

Además de la vía institucional, pretende reforzar la social. «No queremos que las instituciones sean un límite y, si consideramos que tenemos el apoyo suficiente para dar más pasos con eficacia, los daremos», advirtieron en la comparecencia.

Mediante esta «acción colectiva y popular», Gure Esku aspira a dar un «paso decisivo» por el derecho a decidir, aunque sus portavoces consideran necesario «emprender la iniciativa con una perspectiva a largo plazo».